[dropcap]L[/dropcap]as implicaciones de la Ley de Cumplimiento Fiscal de Cuentas en el Extranjero (FATCA por sus siglas en inglés) aprobada por Estados Unidos en marzo de 2010, ha generado un malestar a nivel mundial, debido a que esa nación impone condicionalidades que contravienen las leyes locales.
Esa legislación establece, entre otros puntos, que mediante acuerdos directos con los bancos de otras naciones, la autoridad tributaria norteamericana tendrá derecho a acceder a las informaciones financieras de todos los ciudadanos norteamericanos residentes o no que tengan esas entidades fuera de la nación norteamericana.
Confianza creciente en el sector financiero dominicano |
En caso de que las entidades financieras se nieguen, entonces Estados Unidos se reserva el derecho de retener hasta el 30% de todas las transacciones que realicen en territorio norteamericano, lo cual se traduce en una condición compulsiva, dado que prácticamente el mundo completo tiene negocios directos o indirectos con Estados Unidos.
El presidente de la Asociación de Bancos Comerciales de la República Dominicana (ABA), José Manuel López Valdés, aclaró que el FATCA es una ley de Estados Unidos para aplicarse en Estados Unidos y adelantó que la única forma de cumplir con esos requisitos es mediante un acuerdo de intercambio de información fiscal de Estado a Estado entre este país y Estados Unidos.
Ese acuerdo existe desde los años 80, por lo que ahora es preciso elaborar nuevos acuerdos con carácter de reciprocidad, de forma que lo exigido por Estados Unidos pueda ser también exigido por el otro Estado, en este caso República Dominicana.
López Valdés aseguró que en el país existe el secreto bancario y que esa condicionante no será negociada para complacer una exigencia de Estados Unidos.
“Se ha redactado un acuerdo hecho para que se cumpla la ley dominicana y no se viole ni se modifique la ley dominicana, porque no es necesario modificarla porque los norteamericanos quieran modificarla”, aseguró el presidente de la ABA.
Por esa razón, en el borrador del acuerdo de reciprocidad, se han establecido varias condicionantes, entre las que están que los bancos no harán acuerdos directos con la autoridad tributaria de Estados Unidos, sino que se hará de Estado a Estado, por lo que las informaciones requeridas serán tramitadas a través de la Superintendencia de Bancos de República Dominicana y del Ministerio de Hacienda.
Además, los bancos no actuarán como agentes de retención de la autoridad norteamericana, sino que solo se limitarán a informar sobre el estado de cuentas de los ciudadanos de esa nación.
De esa forma, el sector financiero nacional mantiene su independencia y confidencialidad de los datos de sus clientes, mientras que el Estado se agencia la posibilidad de obtener ese mismo tipo de información de parte de Estados Unidos sobre los estados de cuentas de ciudadanos dominicanos allá.
“El acuerdo que se haga exime a los bancos de retener, nada más se va a informar, intercambio de información cuando el acuerdo se suscriba”, expresó el presidente de la ABA. “Hay más de cien Estados haciendo ese tipo de acuerdos y nosotros estamos en cola, por lo que no es ahora mismo que se hará eso”, acotó.
Costo de adecuación
Mientras las autoridades tributarias de Estados Unidos y República Dominicana trabajan en las traducciones de los acuerdos para dar cumplimiento al FATCA, los bancos comerciales desarrollan las adecuaciones correspondientes para tener lista la información que se les pueda requerir.
Por eso han agregado en sus bases de datos la solicitud de información sobre nacionalidad y residencia de los clientes que abren cuentas y solicitan otros servicios, para de esa forma tener un levantamiento de cuáles son norteamericanos.
“El problema de eso es que cuesta más para los sistemas financieros investigar quiénes son los ciudadanos norteamericanos y cuáles son los ingresos que eso va a generar”, manifestó López Valdés.
Dijo que las autoridades norteamericanas estiman que con la aplicación de la Ley FATCA podrían obtener ingresos por aproximadamente US$8,000 millones, mientras que a los bancos, a nivel mundial, el proceso de levantamiento de esos datos les cuesta alrededor de US$10,000 millones.
Disposiciones del FATCA
El FATCA establece una periodicidad del suministro de información donde primero entran cuentas de más de US$1 millón, después en unos años baja a US$250,000 y después se coloca hasta un tope máximo de US$50,000. De ese monto para abajo no se reporta.
Además de las informaciones tributarias y financieras de ciudadanos norteamericanos residentes o no en esa nación, la Ley de Cumplimiento Fiscal también establece que se ofrecerán a la autoridad tributaria de Estados Unidos informaciones sobre las empresas nacionales o extranjeras que tengan más de un 10% de capital aportado por ciudadanos de esa nación.