Como casi todo en la vida, muchas situaciones favorecen a algunos y perjudican a otros. Evidentemente, lo que todos deseamos es que las cosas marchen de forma fluida a nivel internacional. Esto último es prácticamente imposible y República Dominicana es uno de los países que de momento ha salido favorecido dado el actual contexto económico mundial.
La apreciación del oro, la bajada de precio del petróleo y el buen comportamiento de la economía americana, inciden de manera positiva a nivel local.
Parte de la explicación del buen desempeño económico de República Dominicana el año pasado se debe al aumento de las exportaciones nacionales, primordialmente de oro.
Según el Banco Central, las exportaciones de oro mostraron una expansión de 13.5% en 2019, es decir, US$183.7 millones. El precio de la onza troy se revalorizó más de un 18% en 2019, y por encima de 4% en lo que va de 2020. Su mayor subida desde el 2010, cuando alcanzó un 30%. Por otro lado, la ralentización global provocada por el coronavirus ha presionado el precio del oro negro hacia la baja.
La OPEP y la Administración de Información Energética de Estados Unidos, entre otros, han reducido su previsión de demanda de petróleo. Mientras que Goldman Sachs estima que el barril (WTI) finalice el 2020 en torno a US$53.00.
A pesar de todas las interrogantes de cara a este año, la economía estadounidense se mantiene sólida. El buen desempeño de nuestro mayor socio comercial fomenta el flujo de remesas y de turistas hacia República Dominicana.
En fin, el entorno de bajos tipos de interés a nivel global es una excelente oportunidad para promover la inversión extranjera en el mercado de valores dominicano.