Un veterano periodista le gusta sorprenderse porque, según dice, “República Dominicana es el único país en donde los funcionarios denuncian, en vez de cumplir con sus funciones”.
Lamentablemente, nos lo recuerda el ministro de Agricultura cuando atribuye a los productores de pollos la responsabilidad por dejar de lado el protocolo de vacunación de lo que, según dijo, se trata de un brote de la enfermedad Newcastle, una infección viral contagiosa presente en el país desde 1960.
Osmar Benítez declaró: “En el Cibao Central tenemos una gran cantidad de pequeños productores de pollos que, precisamente, por no seguir el programa de vacunación, tratando de ahorrarse un peso…, ahora tenemos esa dificultad. Y entonces, han pedido que el Gobierno vaya en su auxilio, porque son productores pequeños, que ‘cogen’ deudas con proveedores. Y muchos de esos proveedores son los que los están atacando para que ellos ataquen al Gobierno, (para que) el Gobierno les busque unos cuartos a los productores, de manera que los proveedores puedan cobrar la deuda que tienen esos pequeños productores”.
Insistió en que la mortandad en pollos afecta al productor avícola que “se ha alejado del programa recomendado de vacunación, que es el que se le dice que tiene que seguir”, para economizarse “un peso”, aplicando “un combo” nuevo de vacunación ofertado por un importador.
Pero, ¿cómo fue que el Ministerio de Agricultura permitió que los productores avícolas dejaran de lado el protocolo para decantarse por el nuevo combo? y ¿dónde está la fiebre del pollo?