Las transacciones con tarjetas de crédito representan una actividad importante dentro del comercio electrónico. Este año en algunos países de la región de Centroamérica y el Caribe se presentaron propuestas de modificación de la leyes que regulan su uso y en otros la participación de ese instrumento de pago dentro del mercado registró una disminución.
En el caso de República Dominicana, las tarjetas de crédito se rigen por un reglamento basado en la Ley Monetaria y Financiera (número 183-02), el cual ha fomentado su desarrollo en el sistema financiero.
En el país se registran en una hora 3,700 transacciones con tarjetas de crédito, lo que genera un monto de RD$6.6 millones (US$126,000), según datos del Comité de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) de la Cámara Americana de Comercio (AmchamDR).
En Costa Rica, entre enero y julio de 2019 la cantidad de tarjetas de débito que circulaban registró un incremento absoluto 100,000 tarjetahabientes, al pasar de 2.8 millones en el mismo período de 2018 a 2.9 millones este año, según datos del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) de esa nación.
En el caso de Guatemala está en discusión la aprobación de una nueva ley para regular el mercado de tarjetas de crédito. El pasado 2 de diciembre se sometió una nueva propuesta que recibió el dictamen favorable por parte de la Comisión de Economía del Congreso de Guatemala, y ahora deberá pasar a discusión en el pleno.
De aprobarse el proyecto de ley actual, se prohibirá la capitalización de los intereses, además no podrán calcularse sobre comisiones y otros cargos. Si se firma un convenio de pago, los intereses podrán ser considerados como parte del capital de la nueva deuda.
En El Salvador, se aprobó en agosto una reformas a la Ley del Sistema de Tarjetas de Crédito, con el propósito de proteger la economía de los tarjetahabientes ante denuncias de cobros excesivos. La iniciativa prohíbe el cobro de intereses sobre los recargos generados por moras.
Además, establece que los bancos deberán entregar gratis los finiquitos y cancelaciones de tarjetas de crédito, de forma física o electrónica, a más tardar en un lapso de 24 horas; mientras que los documentos de obligación o pagarés que el deudor haya firmado se le deberán devolver antes de 5 días hábiles máximo, según informó la Asamblea Legislativa de El Salvador.
Según datos del Banco Central de Nicaragua, en el segundo trimestre de 2019 se realizaron 50,695 operaciones con tarjetas de crédito por un total de C$437.7 millones (US$12.8 millones), registrando una disminución absoluta C$37.6 millones (US$1.1 millones), equivalente a un 9% en comparación con el mismo período de 2018 cuando la cifra totalizó C$475.3 millones (US$13.9 millones).
En Honduras, de acuerdo con la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) de ese país, a septiembre de 2019 circulaban 818,661 tarjetas en el mercado. La disponibilidad de las 11 emisoras de tarjetas de crédito es de 32,943.9 millones de lempiras (US$965.5 millones).
Durante ese período, los emisores de tarjetas de crédito que operan en Honduras reportaron que la mora a septiembre de 2019 fue de 988 millones de lempiras (US$28.96 millones).