En un análisis global realizado por el Banco Mundial indica que 173 millones de personas que dominan un oficio profesional o técnico se encuentran desempleadas. Esto indica que los gobernantes deben crear políticas eficaces para contrarrestar la tendencia a aumento del desempleo.
En República Dominicana, sin nuevas fuentes de trabajo nuestras provincias se quedan sin mano de obra calificada, porque sus habitantes, principalmente los jóvenes, se ven obligados a migrar a la capital donde las oportunidades de empleo también son limitadas.
Actualmente, dos millones de personas se encuentran desocupadas por diversas razones, entre estas la falta de plazas que les permitan ejercer una función determinada y les garantice generar ingresos y así salir de la pobreza. Otros elementos que contribuyen a este flagelo es la mano de obra barata de inmigrantes ilegales que residen en el país y la falta de empoderamiento e inclusión financiera a personas de escasos recursos.
Esta realidad ha preocupado a diversos sectores del país donde una comisión de empresarios, presidida por el ingeniero Juan Víctor Aramboles García, ha mostrado su preocupación y han decidido proponer al Estado iniciativas que aporten al desarrollo socioeconómico y reducción de desempleo.
Entre las recomendaciones encontramos las siguientes:
– Desarrollar las zonas rurales para evitar el hacinamiento y escape de talentos que pueden aportar al desarrollo de estos lugares.
– Controlar la migración de países menos favorecidos y dar prioridad a nuestros nacionales a ocupar las plazas disponibles.
– Valorar a los profesionales con talentosos motivándoles con altos salarios.
– Incluir al currículo educativo materias de emprendimiento que facilite a los estudiantes dominar un oficio a la perfección que le permita generar ingresos a mediano largo plazo y así ser autosostenible y no depender de un empleo directo.
– Incentivar a las empresas que ofrezcan pasantías o contraten por primera vez a los jóvenes egresados de secundaria.
– Empoderar a las mujeres en materia de emprendimiento y acceso al crédito.
“Aplicando estas medidas podemos garantizar una importante disminución de la pobreza por consiguiente de la delincuencia y un aumento del desarrollo humano y económico de nuestro país”, afirmó Aramboles García.