Sin dudas que el 2019 ha sido un año volátil en términos económicos y cargado de manifestaciones, debido a un descontento sociopolítico generalizado a nivel mundial. De hecho, los principales organismos multilaterales y bancos centrales revisaron a la baja sus proyecciones de crecimiento económico, tanto para este año como el 2020.
Dicho esto, República Dominicana nuevamente lideró la expansión económica de la región en 2019. ¿Continuaremos en la senda del crecimiento de cara a este nuevo año que se avecina?
Muchos dominicanos se preguntan de dónde viene este crecimiento económico que se ha vuelto la norma en nuestro país desde hace más de una década. Aunque si es cierto que podríamos diversificarnos más en cuanto a los sectores que generan empleo y divisas, pues también cabe resaltar que la economía dominicana cuenta con diversas fuentes de ingresos.
Otros países dependen fuertemente de sus exportaciones de commodities, lo que los hace más vulnerables a las fluctuaciones de precios en los mercados internacionales. Las divisas generadas (más de US$20 mm) a través de remesas, exportaciones (mayor demanda de oro), e IED, han compensado la caída de ingresos de dólares por la campaña mediática contra el sector turístico dominicano.
La mayor entrada de remesas en navidad, el doble sueldo, y los efectos de las medidas expansivas del BCRD, ayudarán a que el presente año finalice en buenos términos.
Por otro lado, iniciaremos el 2020 con ciertas interrogantes relativas a las elecciones presidenciales. El incremento del gasto público e incertidumbre política podría generar presión en la tasa de cambio e inflación. También, resulta crucial llegar a un pacto fiscal.
En fin, si no surgen imprevistos importantes, continuaremos liderando el crecimiento económico en América Latina.