Ahora es tiempo de Navidad, una época en que la familia se reúne para compartir momentos especiales, principalmente con aquellos miembros que por una razón u otra no están presentes todos los días.
Por lo general “el junte” es en casa de los padres o en una vivienda seleccionadas de consenso. Sin embargo, lo más significativo también tiene que ver con el gran movimiento o dinamismo que se genera en la economía producto todo esto que envuelve un encuentro familia.
Lo primero en que se debe pensar es en trasladarse, lo cual implica vehículo, combustibles y artículos necesarios para el viaje. En muchos casos las familias compran camas inflables, alimentos y cualquier otro producto que les sirva para pasar en familia estos días de descanso.
Como se nota, la Navidad es una excusa perfecta para que el comercio también tome nota de las necesidades que tienen los seres humanos de compartir en familia. Esta época del año es tiempo de paz, pero también es un espacio en el que la economía se mueve con mayor dinamismo.
Para muchos dominicanos, estos días navideños también representan el medio ideal para lograr el sustento de sus familias. Hay una economía de temporada que se genera en estos tiempos, tales como venta de frutas navideñas, aunque ya las hay durante todo el año; la venta de cerdo asado y una mayor cantidad de pollo, pavo y alcohol, especialmente entre quienes no llevan la fe cristiana.
En fin, Navidad es un tiempo de paz, pero en el que la economía logra moverse a un ritmo más agitado. Si no lo cree, salga a las calles y vea el tránsito.