La importancia del turismo en la economía dominicana es vital. Es una de las columnas que soportan el entramado productivo del país, pues además de los miles de millones generados en divisas cada año, también conecta a diversos sectores de los cuales dependen cientos de miles de empleos.
La actividad turística también es, en sí misma, un promotor de las bondades naturales, históricas y culturales de los pueblos.
Sin embargo, el turismo se desempeña en un contexto turbulento y de incertidumbre en América Latina, una región caracterizada por altos niveles de desigualdad social, con gobiernos muy particulares y sociedades que han entendido que han sido timadas por el sistema económico y político en el que han convivido durante décadas.
Este despertar, si se puede llamar de esta manera, ha traído consigo una serie de protestas, muchas de las cuales han sido extremadamente violentas, como sucedió en Chile, Bolivia, Colombia, Nicaragua y, el más extremo, en Venezuela, que han afectado la promoción turística en estos países. Hay que decirlo con propiedad: estos escenarios no son los más propicios para motivar al turista.
En el caso de República Dominicana, que vive un período de paz social y crecimiento económico, pero con un entorno político que se desarrolla en un ambiente tenso, el contexto es aún favorable. Todo indica que la crisis mediática del primer semestre está desapareciendo, aunque hay retos pendientes que deben ser tratados a profundidad.
Los empresarios, pero más las autoridades porque deben garantizar el orden institucional y porque están obligadas a ser garantes de un entorno favorable para la inversión, deben defender esta estabilidad que muestra el país frente a una región que se ha visto sacudida por protestas en todos los órdenes.
Hay otro ingrediente que pone en riesgo el crecimiento del turismo en la región: el pobre desempeño de la economía global, pues los países emisores de turistas crecen a un ritmo más lento de lo esperado. El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que apenas llegaría al 2.6%, lo cual indica que la expansión no será suficiente para irse de vacaciones. La guerra comercial entre Estados Unidos y China es una variable a tomar en cuenta, pues muchas inversiones se mantienen a la expectativa hasta ver qué sucederá.
Las esperanzas están depositadas en una recuperación económica rápida de los países europeos y en que Estados Unidos y Canadá, que son los principales emisores, puedan mantener el foco hacia República Dominicana como su destino de vacaciones. Las autoridades locales, por supuesto, no deben bajar la guardia y seguir promocionando nuestras virtudes diferenciadoras en la región, garantizando seguridad a nuestros visitantes.