Sin dudas que el sector financiero de cualquier país es la piedra angular que sostiene las economías a nivel internacional. Sin un sistema financiero saneado, es prácticamente imposible que una nación avance en cualquier ámbito. En el contexto doméstico, dicho sector viene creciendo de forma constante en los últimos años, lo que es un indicador muy positivo para República Dominicana.
Los Acuerdos de Basilea III, que son el punto de referencia para el sector financiero a nivel mundial, establecen que las entidades financieras deben mantener como mínimo un encaje legal del 7%. En República Dominicana, el coeficiente de reservas debe situarse por encima del 10%, y a septiembre del presente año, este indicador se ubica en 17.18%.
En cuanto al sector bancario consolidado, a octubre de 2019, (Bancos Múltiples, AAyP, Bancos de Ahorro y Crédito, Corporaciones de Crédito y Entidades Públicas de intermediación financiera), los activos se colocan en RD$1,889,115, los pasivos se ubican en RD$1,656,290, y el patrimonio se sitúa en RD$232,825. Mientras que el ROA y el ROE se encuentran en 2.43% y 20.12% respectivamente (todos los indicadores mejoraron respecto al mismo periodo de 2018).
A octubre de este año, el desempeño del mercado de valores dominicano también ha sido muy favorable y sigue creciendo de forma acelerada. Las liquidaciones totales (renta variable y renta fija) se ubican en US$51.6 billones, lo que equivale a más de la mitad del PIB criollo.
Las cuentas de corretaje totalizan 93,319 y 89,885 titulares. Cabe resaltar que en 2019 también se amplió la oferta de productos financieros, tales como nuevos fondos de inversión que aportan valor a la economía real, fideicomisos de oferta pública y productos titularizados, entro otros.