El periodismo ha jugado un papel fundamental en la construcción del desarrollo político, social y económico de República Dominicana. El 5 de abril de 1821, con el Telégrafo Constitucional de Santo Domingo (se publicó hasta el 26 de julio de 1821), de Antonio María Pineda, se inicia el ejercicio periodístico en el país (Catálogo, Archivo General de la Nación y Tineo, 2005).
Desde los primeros proyectos periodísticos (La República, 1856; El Dominicano, 1872; El Universal, 1872-1873; y El Centinela, 1874) ha habido excelentes intentos por hacer periodismo económico en el país, o al menos incluir temas relacionados con la economía, el comercio o cualquier actividad transaccional. Esto demuestra que los sectores dominantes han considerado el ejercicio del periodismo económico como algo de suma importancia tanto para sí como para el desenvolvimiento de República Dominicana.
Si bien hay indicios serios de que el periodismo económico ha sido del interés de algunos de los principales medios de comunicación, entre los que se incluye el Listín Diario, fundado el 1 de agosto de 1889 como una simple hoja para anunciar la entrada y salida de los barcos del Muelle de Santo Domingo, la educación superior dominicana no lo ha considerado así.
Quienes han ejercido el periodismo económico en República Dominicana han adquirido los conocimientos con la práctica, es decir, no ha sido producto de una educación sistemática que le dé las pautas para no sólo redactar correctamente una historia de orden económico, sino que entienda la terminología propia de la materia.
Las ofertas de educación en materia de periodismo económico apenas llegan al nivel de diplomado o cursos talleres, a pesar de la gran importancia que tiene esta rama del ejercicio. El Banco Central, con el apoyo de la Universidad Católica de Santo Domingo (UCSD), la Asociación de Bancos Comerciales (ABA) y otras entidades de educación, algunas del nivel técnico, ha apoyado la realización de diplomados o cursos especiales relacionados con el periodismo económico.
Sin embargo, estas jornadas formativas no enseñan a redactar una noticia de contenido económico, sino que se han centrado en la socialización de la terminología común y los procesos mediante los cuales interactúan las variables macroeconómicas. La práctica ha estado ausente en estas iniciativas muy atinadas desde el punto de vista de la socialización, pero no en términos de la aplicación de los conocimientos.
De hecho, se le reconoce al Banco Central, junto con la UCSD, haber impulsado al menos siete diplomados a través de su programa de responsabilidad social institucional denominado “Aula Central para la educación económica y financiera”. En otros casos, ha habido apoyo de la Universidad Iberoamericana (Unibe) para las jornadas formativas en las provincias, las cuales también cuentan con el respaldo del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP). La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), por ser la institución de educación superior del Estado, está llamada a ser proactiva en la formación de profesionales de la comunicación con conocimientos de periodismo económico. Hay ejemplos similares en Argentina, Chile, Perú, Colombia, México y otros países.
Según consta en la página institucional del Banco Central (2015), el séptimo diplomado acogió a 40 periodistas de distintos medios de comunicación de San Pedro de Macorís, La Romana, Higüey, Hato Mayor, Monte Plata, El Seibo y Punta Cana-Bávaro.
El gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, resaltó la importancia de esta actividad educativa al considerar que la educación financiera es un compromiso que esa institución ha asumido con entrega y entusiasmo.
“Estamos felices de iniciar este séptimo diplomado, con el cual buscamos que ustedes, los comunicadores, manejen con mayor propiedad los principales temas económicos, de manera que las personas que reciben las informaciones, comentarios y análisis que ustedes realizan a través de los medios de comunicación para los cuales trabajan, puedan comprenderlos mejor y tengan mejores oportunidades de tomar decisiones acertadas que les beneficien a ellas, sus familias y sus comunidades”, (Valdez Albizu, 2015).
En ningún caso, por supuesto, se mencionan prácticas de interpretación, análisis y redacción de informaciones económicas y financieras.
La institución realiza, además del diplomado, otras actividades formativas para distintos públicos objetivo, como el Seminario Internacional de Comunicación, la competencia académica Economistas del Futuro y el Concurso Anual de Economía. También realiza talleres y charlas sobre temas económicos y financieros a gremios profesionales, estudiantes de colegios y escuelas. Como se nota, el Banco Central ha puesto mayor énfasis en la educción económica y financiera que las mismas universidades a través de sus ofertas académicas.
Otra prueba del esfuerzo es la Semana Económica y Financiera y el acuerdo de colaboración con el Instituto Nacional de Formación y Capacitación del Magisterio (Inafocam), mediante el cual se capacitó en 2014 a 540 docentes representativos de las 18 regionales educativas del país con talleres básicos de economía y finanzas (Banco Central, 2015). Sin embargo, esto sólo impacta al docente del nivel primario.
El Banco Central también hizo lo mismo en 2015 al capacitar a otros 1,200 docentes. Igualmente, coordina la Mesa de Trabajo para la Elaboración de la Estrategia Nacional de Educación Económica y Financiera, en la que participan 10 instituciones. ¿Cuáles son los temas tratados en los diplomados que respalda el Banco Central? “Introducción al periodismo económico y financiero”, “La actividad productiva y la estructura económica dominicana”, “La inflación y el desempleo; causas y consecuencias”, “La política fiscal; instrumentos, efectividad y limitaciones” y “La política monetaria y el rol del Banco Central”.
También “Acuerdos comerciales, competitividad y bienestar”, “Finanzas internacionales y mercados de capitales: teoría y práctica”, “El mercado cambiario local e internacional: análisis y perspectivas” y “El sistema financiero dominicano”. Los facilitadores del diplomado han sido los doctores en economía Julio Andújar, director de Programación Monetaria; y Frank Fuentes, del Banco Central.
Sin embargo, si hay una debilidad que se nota en estos diplomados es la parte de implementación de esos conocimientos a través de las prácticas de redacción, a fin de ver en qué medida se asimilan y se transmiten esos conocimientos. “El objetivo de este diplomado es que los comunicadores manejen con mayor propiedad los principales índices económicos (Andújar, 2016). Sin embargo, queda claro que el manejo o aprender a identificar estas variables no necesariamente implica saberlos traducir en una nota redactada periodísticamente.
En este aspecto, apoyado en Coloma P. y Atarama R. (2014), lo razonable es que el profesional entienda el papel y el discurso de los actores que mueven la economía para que la producción periodística satisfaga el derecho a la información de la audiencia. El objetivo para el periodista económico, se entiende, no es convertirse en un contador, un analista financiero o administrador de fondos, sino tener los conocimientos suficientes para entender el mundo económico que busca cubrir (Watts, 2006).
La UCSD también implementa el Diplomado Gestión del Periodismo Económico y Relaciones Públicas Empresariales, cuyo propósito es conocer los procesos y contenidos que conlleva la gestión y elaboración de la información económica en los medios de comunicación generalistas y especializados y su entorno. Además, busca analizar la función de la comunicación en las organizaciones empresariales en su dimensión teórica y práctica, el sector profesional y los perfiles profesionales (UCSD, 2016).
Para la verdadera transformación de una nación, lo apunta Báez Brugal (2016), la calidad educativa es el ingrediente fundamental; es esencial contar con ciudadanos mejor educados que puedan ser agentes de innovación y cambio. Esta afirmación guarda una relación estrecha con el tema de esta investigación, pues si los periodistas no son capaces de entender lo que escriben, que es lo mismo que interpretar la realidad y llevarla a los lectores en un lenguaje sencillo, tampoco serán competentes para aportar al desarrollo económico y social del país. Los periodistas duchos en economía y finanzas están llamados a ser agentes de cambio, que ayuden a la población común a entender los fenómenos y hechos relacionados con la economía y su impacto en el desarrollo.
Escasez de talento
Si las universidades no actualizan sus ofertas académicas en la carrera de Comunicación Social, el problema de la ineficiencia e insuficiencia de profesionales del área será más aguda con los años. Lo que se nota es que los centros de altos estudios que se han interesado por abrir una escuela de Comunicación se han enfocado en áreas (por supuesto) importantes como las nuevas tecnologías y el área de cobertura corporativa, pero en ningún caso han elaborado currículos enfocados hacia el desarrollo del periodismo económico o por lo menos integrar materias relacionadas.
Está demás decir que un relacionista público de una empresa o una entidad empresarial necesita entender el contexto económico. La redacción periodística, en los casos específicos, no va más allá de la aplicación genérica de los conocimientos.
Los periódicos Listín Diario, Diario Libre, elDinero, El Caribe, El Nuevo Diario, El Nacional, Hoy, La Información y El Día se han visto afectados por la escasez de talento. En prácticamente todos los casos hay situaciones que demuestran la necesidad de recursos humanos capacitados en periodismo económico. Lo mismo sucede con todos los noticiarios de televisión, pues quienes hacen las secciones de economía son periodistas con poco o débil dominio de los temas, lo que con frecuencia se demuestra con errores básicos en la utilización de terminologías que en nada tienen que ver con lo expuesto. En otros casos, por ejemplo, ocurre la lectura incorrecta de cifras económicas, especialmente con indicadores macroeconómicos y el sector de los combustibles, entre otros, que tergiversan o desvirtúan la información servida.
Un aspecto que no se ha logrado desarrollar es el sentido crítico de los escasos profesionales del área en análisis, o sea, en la apuesta por profundizar más allá de los números que están a simple vista, lo que los convierte en simples repetidores de contenidos preelaborados o de informaciones producto de declaraciones de personalidades, economistas, empresarios, funcionarios del área económica o gente común que es entrevistada para un reportaje en específico. Esto no es más que “declaracionismo económico”. Estefanía, J. (2006) sostiene que el periodismo económico está indisolublemente ligado al periodismo social: son dos caras de la misma moneda. Partiendo de esta máxima, entonces está sobreentendido que el profesional de esta área debe desarrollar la capacidad de contar las cifras más allá de su representación gráfica.
En los medios de comunicación son muy escasos los trabajos periodísticos realizados a partir del análisis e interpretación de informes económicos. En la mayoría de los casos la redacción se limita a repetir las cifras sin profundizar en lo que realmente dicen, pues detrás de cada estadística, si se conoce o se domina el tema, hay muchísimo más información. No es lo mismo reportar sobre el índice de precios al consumidor (IPC) que hurgar en las variables que determinaron el aumento del valor de la canasta básica. Me inscribo en la lista de los optimistas y espero que este tema sea abordado, por lo menos, por la universidad estatal.