Es perfectamente entendible que la rentabilidad que genere el producto financiero sea el primer factor que le llame la atención al potencial inversionista. Por otro lado, existen otras variables clave que no debes dejar pasar por alto a la hora de realizar inversiones.
Muchas veces, tanto las personas físicas como jurídicas, se entusiasman con instrumentos que ofrecen rendimientos atractivos y luego podrían surgir sorpresas desagradables.
Lo primero es que debes sentirte totalmente cómodo y entender el funcionamiento del instrumento de inversión. Haz todas las preguntas que estimes oportunas a tu asesor financiero. Asegúrate de que el emisor esté debidamente registrado en la Superintendencia del Mercado de Valores de la República Dominicana. No inviertas en productos que prometen rentabilidades que estén “fuera de mercado”.
Los intereses que pagan los diferentes productos siempre deben estar alineados con las condiciones del mercado en ese momento. Debido a esto último, resulta primordial tener una noción básica sobre el panorama económico y el comportamiento de las tasas.
Determina que tan rápido puedes convertir el instrumento en liquidez o venderlo en el caso de que surja cualquier eventualidad. Fíjate en el prospecto de colocación de la oferta pública de valores. En este folleto informativo viene detallado la calificación de riesgo, periodicidad de pagos, fecha de vencimiento, moneda de emisión y para que la empresa utilizará los fondos captados.
Otros puntos que debes tomar en cuenta es tu perfil de inversionista (tolerancia al riesgo) si existen comisiones, la fiscalidad del producto en concreto, inflación, y depreciación de la moneda en cuestión.
En sentido general, los instrumentos que se comercializan en la bolsa de valores local son de riesgo bajo-moderado, pero siempre ten en cuenta estas informaciones.