A lo mejor tiene razón, la Procuraduría General de la República, cuando “revela” que este 2019 República Dominicana registra la tasa más baja de feminicidios de los últimos catorce años.
Pero cae muy mal la información en momentos en que los medios de prensa y las redes sociales reportan, unos tras otros, los asesinatos de mujeres en distintos puntos del país, a manos de sus parejas o exparejas. Incluso de dos casos escandalosos que pusieron en evidencia serias fallas en el Ministerio Público que validó acuerdos entre asesinos y víctimas.
La misma Procuraduría lamenta, según sus cifras oficiales, la caída de 62 mujeres. Sí, 62 mujeres. Una debería ser suficiente para despertar indignación de cada dominicano (a) que es mujer, hermano, madre, padre o hijo…
Como a la clase media, que usa el móvil y vive en las redes sociales, le gustan las estadísticas, la Procuraduría General informó que entre enero y noviembre del período 2005-2019 en República Dominicana se registraron 1,295 feminicidios.
Acto seguido, presenta lo que, por el tono al informarlo, nos plantea una duda: ¿tratan de que interpretemos esto como una buena noticia?, ¿pretenden que nos enfoquemos en que con 62 muertas este año estamos por debajo de 2008, cuando se reportaron 121 asesinadas, y de 2011 cuando el número se situó en 116?
Pero, solo trae desaliento. ¿Cómo ve el mundo a un destino turístico en que estas cosas pasan? Porque 62 son muchas mujeres asesinadas, 62 es mucho dolor en la familia, 62 son muchos, pero muchos, huérfanos y muchas, pero muchas, familias rotas de dolor.