La situación económica, política y social en República Dominicana es peccata minuta comparada al lamentable panorama que en la actualidad viven muchos países latinoamericanos. Dicho esto, debemos tomar nota de lo que sucede en otras naciones de la región y no creernos inmunes a un posible efecto contagio.
Chile es el ejemplo más claro y reciente de como uno de los países más prósperos de América Latina se ha convertido en un caos social. ¿Qué ha causado las aparentemente sucesivas manifestaciones en varios países de la región, con diferentes desempeños económicos y gobiernos de diverso signo político?
En Ecuador, el Presidente anunció la eliminación de subsidios históricos a los combustibles, entre otras medidas austeras que provocaron manifestaciones violentas. Por otro lado, los peruanos protestan contra la disolución del Congreso de esta nación. Los bolivianos se quejan de un supuesto fraude electoral, mientras que las protestas de Chile iniciaron a mediados de octubre debido al alza del pasaje del metro.
Y en Haití atraviesan por muchas semanas de huelgas consecutivas debido a que sus ciudadanos se quejan de corrupción en el gobierno. Aunque los motivos que llevaron a los estallidos de estos conflictos son diferentes, creo que tienen varios factores en común.
Las similitudes son el gran descontento que viven mucho países latinoamericanos debido a la creciente desigualdad social y poco margen de sus respectivos gobiernos para implementar políticas fiscales y/ o monetarias de forma efectiva. Esto último produce inconformidad generalizada, ya que el estado de bienestar brilla por su ausencia en gran parte de la región.
Las medidas austeras se deben implementar de forma gradual, sobre todo en países en vías de desarrollo, donde prevalecen amplias desigualdades económicas.