Munícipes de Haina se apostaron frente al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales exigiendo que esa dependencia cumpla con el cierre de la recicladora de baterías VERI, Verde Ecoreciclaje Industrial, como lo dispuso el Tribunal Superior Administrativo en una sentencia del pasado 12 julio.
Fausto Senford, presidente de la Coordinadora de Juntas de Vecinos Santiago Castro, dijo que fueron a Medio Ambiente de manera pacífica a solicitar que el ministro Ángel Estévez cumpla con su trabajo y ejecute la sentencia que ordena el cierre de VERI.
“El tribunal dijo que tienen 30 días para cerrar la empresa y ya van para 90 días. La única excusa que nos dan para no cerrar la empresa es que ellos están haciendo investigaciones, o sea después que un tribunal emite una sentencia es que ellos están haciendo las investigaciones a ver si el tribunal tiene razón o no. Es la primera vez que yo veo que un Ministerio está por encima de la ley de los tribunales, y puede decidir si cumple o no una sentencia”, sostuvo.
Los habitantes demandan que Medio Ambiente cumpla el cierre provisional dispuesto por el Tribunal Superior Administrativo (TSA) mediante sentencia el pasado 12 julio hasta que la planta adecúe sus operaciones para cumplir los parámetros que dispone la normativa ambiental vigente.
Ana Guzmán, presidente de la Asociación de Amas de Casa, habló de que la empresa sigue operando a pesar de la sentencia que ordena el cierre y se refirió a una explosión que ocurrió en esta semana en las instalaciones de la fábrica que ha afectado a toda la comunidad.
Con consignas como “Cumpla con su trabajo, Ministro Estévez” y “Haina dijo ya que Veri se vá” y pancartas alusivas a la contaminación por plomo, la Asociación de Amas de Casa de Haina y la Coordinadora de Junta de Vecinos Santiago Castro lideraron la protesta pacífica frente a la entidad estatal.
Los dirigentes comunitarios advirtieron que de no ejecutarse la sentencia tal como está prevista, la comunidad se mantendrá movilizada. Recordó que esta planta, fue la misma que fue clausurada por generar una situación de contaminación en la comunidad de Paraíso de Dios, que conllevó a que Haina se le haya ubicado en el tercer lugar, de las diez comunidades más contaminadas del mundo.