Este es un tema que he tratado en diversas ocasiones, porque guarda una relación muy estrecha entre la posibilidad de éxito y estabilidad económica en el futuro inmediato o las limitaciones económicas y problemas de finanzas personales de los trabajadores de clase media. Me refiero al valor laboral de mercado.
Es una especie de concepto que he adoptado para los casos de profesionales que tienen en el mercado laboral la posibilidad de empleo, pero en quienes se aplican niveles salariales establecidos en el sector privado.
Por ejemplo, un profesional siempre debe saber cuál es el rango salarial que paga el mercado laboral por sus capacidades profesionales, experiencia y habilidades. En el caso de que su puesto y profesión reciba un salario promedio de 50,000 pesos mensuales, entonces usted sabe que su valor laboral de mercado está entre 45,000 y 55,000 pesos mensuales.
Ahora bien, se dan casos, principalmente en el ámbito político y el mercado laboral estatal, en que un profesional, con el valor laboral de mercado que ya hemos mencionado, es designado en un puesto público de igual categoría, pero con un salario exagerado de 200,000 pesos mensuales.
En ese caso, lo aconsejable es mantener un estándar de vida con gastos que vayan acordes con su valor laboral de mercado real, es decir, de alrededor de 50,000 pesos mensuales, mientras el resto del excedente salarial coyuntural, es aconsejable ahorrarlo.
Es posible que usted se permita ciertos gustos, un incremento razonable de sus gastos, pero nunca a los niveles salariales que percibe en ese momento, ya que se trata de un salario coyuntural, que está por encima de su valor laboral de mercado.
Suponga que en lugar de mantener un nivel de gasto moderado y de ahorrar los excedentes, usted decida adaptar su nivel de gastos al salario que recibe. Cambia de vivienda para una más costosa, cambia su vehículo por uno más grande y caro, inscribe a sus hijos en colegios privados de mayor nivel y costos, desarrolla un nivel de vida acorde con su salario lujoso del momento, pero por encima de su verdadero valor laboral de mercado.
Al cabo de un tiempo, es posible que se produzca un cambio de administración en el Gobierno y que los nuevos titulares decidan prescindir de sus servicios para darle paso a otro “compañero” de los que pertenecen al partido que asume la administración pública.
En ese caso usted pasa a ser desempleado y se ve obligado a buscar un empleo en su área profesional, pero en el sector privado, donde se va a encontrar con que su valor laboral de mercado promedia los 50,000 pesos mensuales, pero resulta que ya usted está acostumbrado a un estándar de vida con base en ingresos por el orden de los 250,000 pesos mensuales.
En ese momento, tendría un choque con la realidad que lo obligaría a regresar a su estándar de vida real, con base en el verdadero valor de sus habilidades profesionales, pero con la limitante de que sus nuevos ingresos no le alcanzan para cubrir los gastos que tenía cuando ganaba un salario por encima de su realidad laboral.
Por eso es aconsejable que, a la hora de percibir, de manera coyuntural, ingresos por encima de lo normal, hay que ahorrar una buena parte de los excedentes y de ser posible invertir una parte para agenciarse ingresos extras cuando lleguen los llamados “tiempos de vacas flacas”.
Esas situaciones se registran con frecuencia en años electorales cuando se producen cambios de administración pública y se registran movimientos amplios de gente que trabaja en el Estado con elevados salarios y pasa al sector privado con sueldos que marcan la realidad laboral, mientras otros en la oposición pasan al Gobierno luego de años devengando ingresos bajos.
Para un caso y para el otro, siempre será de su conveniencia concentrarse en ahorrar sus ingresos excedentes y mantener sus estándares de gastos acordes, no con sus ingresos del momento, sino con el valor laboral de mercado que tiene su nivel profesional en el ámbito privado. Es una forma de no chocar con una realidad económica adversa cuando ya no tenga un sueldo de lujo.