Miguel Lama Rodríguez lidera un equipo de profesionales de la más alta calificación que ha posicionado a la Corporación Zona Franca Santiago (CZFS) en un lugar privilegiado y de respeto en República Dominicana. Considera primordial mantener la competitividad logística con precios de transporte adecuados, un código laboral más justo y un puerto marítimo más competitivo, que reduzca los tiempos de entrega en el norte del país.
Afirma que es por esta razón que la ampliación y la modernización del Puerto de Manzanillo es la clave que permitirá dinamizar la economía de la región Norte. Como presidente de la CZFS, valora no sólo el aporte que hace ese parque en el establecimiento de los más modernos sistemas de producción, sino también el papel que ha jugado en las exportaciones, la generación de divisas, el empleo y la transferencia de conocimientos y de tecnología, así como el alto respeto por la sustentabilidad ambiental y el apego a las mejores prácticas laborales.
Lama Rodríguez conversó con elDinero para dar su parecer sobre los aportes que hace el sector zonas francas al país, pero también para dejar plasmadas sus observaciones respecto a los retos más apremiantes.
¿Qué podemos decir del sector de zonas francas luego de 50 años en el país?
Las zonas francas son uno de los principales eslabones de creación de empleos, generación de divisas y transferencias de tecnologías a la economía dominicana. Es un subsector económico donde empresarios dominicanos hemos asumido un liderazgo corporativo, sumando valor compartido. Citando al presidente Danilo Medina: “Las empresas de zona franca emplean a más de 170,000 personas y pagan cada mes más de RD$8,000 millones en salarios”. La región Norte y el Cibao representan el 50% de las zonas francas del país y generan alrededor de 90,000 empleos directos, además de las divisas que generan.
¿Cuáles son algunos de los aportes de este parque de zonas francas?
Estamos contribuyendo al establecimiento de los más modernos sistemas de producción, haciendo cotidiana una gestión con las mejores prácticas empresariales del globo. Hemos jugado un rol protagónico en las exportaciones, la generación de divisas, el empleo y la transferencia de conocimientos y de tecnología, así como el alto respeto por la sustentabilidad ambiental y el apego a las mejores prácticas laborales. Asimismo, hemos contribuido al turismo mediante el fortalecimiento de la marca país, a través del sector tabaco, textiles, calzado, entre otros muchos productos de calidad mundial que se producen en nuestra región.
¿Cómo surge esta corporación de zonas francas aquí en Santiago?
La Corporación fue fundada el 21 de abril de 1974 e inició con 10 empresas contratadas, de las cuales siete estaban instaladas. Estas compañías dieron empleo a un total de 605 personas, lo cual fue siempre la principal preocupación de don Víctor Espaillat Mera, visionario fundador de la institución y presidente de su consejo directivo hasta su fallecimiento en 1992. Aquella gran alianza empresarial nutrida por años de perseverancia, tenacidad y mucho trabajo, fue encaminada por la primera junta directiva de la Corporación, constituida por don Víctor M. Espaillat Mera, José Armando Bermúdez, Alejandro Santelises, Juan Portela, Carlos Sully Fondeur, Francisco J. Rodríguez, Simón Tomás Fernández, Carlos A. Bermúdez y Guido Pichardo.
¿Podría enumerar algunas acciones que ustedes hacen a favor de la comunidad y de la que ustedes se sienten orgullosos y pueden servir de ejemplo a otros sectores?
Como ente de innovación y desarrollo, hemos convertido el modelo de zona franca en un ecosistema que llamamos “Campus Corporativo”, el cual aporta energía limpia a la ciudad a través de dos megavatios de capacidad: 15,000 metros cuadrados de paneles solares instalados en techo industrial. En todo este tiempo, además de confeccionar productos de fama mundial, desde el talento, la destreza de la mano de obra y el corazón dominicano, estamos consolidando una cadena de valor para mejorar la calidad de vida de miles de ciudadanos, a través de sus entidades en apoyo: Centro de Innovación y Capacitación Profesional (Capex), Centro de Gestión de Talentos (Cegesta), Centro de Consulta y Atención Ambulatoria (Médica), Cooperativa La Aurora y Patronato de Bomberos. Asimismo, hemos desarrollado La PlaZona, un espacio llamado a dar facilidades de movilidad y sano esparcimiento tanto a los colaboradores del Parque como a los residentes en las áreas circundantes.
¿Qué proyectos han implementado en materia de responsabilidad social?
Por más de cuatro décadas, también hemos contribuido a través de una inversión socialmente responsable a beneficiar decenas de miles de personas impactando de manera positiva no solo a la población del Parque Industrial, sino también a las comunidades de Santiago y la región Norte. Por mencionar algunos de los programas que llevamos a cabo: “Educación para la Empleabilidad”, “Alerta Joven-USAID”, “Futuros Empresarios” y Paz de Género, hemos impactado a más de 35,000 personas directas e indirectas.
¿Qué puede esperar Santiago y el país de ustedes en el mediano plazo en cuando a nuevas empresas y empleos?
Seguimos fortaleciendo una plataforma productiva, amplia, sostenible e innovadora. En esa línea se trabaja para la creación de un Campus Empresarial y Tecnológico, que sirva de ancla y donde coincidan tanto las unidades industriales, empresariales, educativas y comerciales, como las áreas de salud, de servicios estratégicos, de reclutamiento, seguridad y vialidad. Esta nueva época de la singularidad y del crecimiento exponencial nos obliga a nuevos formatos de planificación y acción que rompan las rutinas domésticas y nos preparen para trabajar con nuevos tipos de empresas y empresarios, en un ambiente altamente demandante y desafiante, dentro un entorno donde aún no se alcanza a comprender bien el alcance de los cambios que se van a producir en apenas cinco a diez años.
¿Cómo anda el proceso de ampliación del parque?
Ya tenemos adquiridos los terrenos necesarios y estamos elaborando el máster para iniciar el próximo año dos nuevos parques: uno será la construcción de la séptima etapa industrial y otro será el nuevo Campus Tecnológico y Empresarial de Santiago, integrado a su vez al Jardín Industrial para el desarrollo del turismo en nuestra ciudad y el disfrute y esparcimiento de toda la población y visitantes nacionales e internacionales.
¿En qué medida han servido para garantizar la estabilidad social y económica del país?
En gran medida, ya que hemos garantizado empleos, hemos dinamizado la economía, hacemos aportes a la educación y grandes aportes a la competitividad. Un parque de zona franca no es ajeno a la dinámica de las comunidades donde se instalan empresas por iniciativa tanto de inversionistas locales como extranjeros.
¿Qué es un parque en términos de su característica?
Cada parque es un circuito de productividad que tiene una alta repercusión en el desarrollo de las ciudades donde operan. Solo hay que ver el movimiento económico que en su momento impulsó el perímetro comercial de la provincia de Santiago cuando, por ejemplo, el Parque Industrial Víctor Espaillat Mera (PIVEM) registraba una población laboral de casi 50,000 personas. Y bastaría comparar el letargo económico de ciudades como San Francisco de Macorís, La Vega y en una época Santiago, ante la debacle del sector por medidas de carácter internacional con consecuencias adversas para este renglón productivo. Afortunadamente, este panorama ha cambiado significativamente. Pero, aparte de dinamizar los espacios donde se establecen y generar miles de empleos, los parques de zonas francas son los responsables de la gran cuota de divisas que llega al país como producto de las exportaciones.
¿Cómo está ubicada la región Norte en el sector?
En 2018 el país finalizó con un total de 74 parques de zona franca en operación, lo cual evidencia un crecimiento relativo de un 4.2%, en comparación con 2017. Del total de parques en operación, el 50.0% se concentra en la región Norte del país. El sector aportó solo en el 2018 más de 175,000 puestos de trabajo.
¿Cómo valora usted el aporte que hacen en la transferencia de tecnología y conocimiento?
A través de programas educativos con base tecnológica, estamos apoyando a jóvenes a partir de 14 años pertenecientes a la comunidad a desarrollar las competencias necesarias para adaptarse al rápido cambio tecnológico. Con esto estamos construyendo la base para que las empresas de Santiago cuenten con jóvenes preparados en diferentes posiciones y con el nivel de especialización que necesitan las empresas de hoy en día. Al mismo tiempo, crea la oportunidad al joven para optar por empleos tecnificados y de mejores ingresos. Hoy, mostramos con hechos y con aliados como Microsoft, Altice y el Infotep los avances realizados y nos planteamos un futuro retador que debemos alcanzar, sí o sí para no quedarnos atrás y asegurar un lugar en este nuevo siglo que obliga a la creatividad, la innovación, educación y la determinación de las personas.
¿Cuáles son los principales retos que enfrenta el sector de cara al mediano plazo?
Este nuevo siglo no espera por nadie y desde la Corporación invitamos para que juntos aceptemos el reto y aseguremos nuestro lugar en este nuevo mundo que ya entró a la era Cuántica, dejando atrás la época análoga y digital. El reto principal es disponer de personal capacitado para mantener las empresas en condiciones competitivas y atractivas para atraer inversiones de todo el mundo. A través de una actividad empresarial exitosa debemos lograr el segundo objetivo que es el de forjar el sistema de zonas francas del futuro, donde la producción empresarial sea exitosa y rentable, pero a la misma vez sea responsable y comprometida con la superación de las brechas sociales que impone la pobreza. Aumentar la inclusión y diversidad y multiplicar los números, en materia educativa. Que nuestros jóvenes sean formados para la empleabilidad como trabajamos en Capex. Básicamente, educación integral, la cual tendrá repercusión en la erradicación de la violencia; más respeto, mayor promoción de valores y cuidado al medio ambiente. A través de varios programas diseñados bajo los ejes temáticos de la CZFS (salud, educación, ambiente, emprendimiento), avanzamos en esa dirección, fortalecido con la formación a gran escala. Tenemos que renovarnos cada día y ser más eficientes.
¿Qué opinión le merece el nivel de competitividad del país como destino de inversión?
La declaratoria de 2018 como Año de las Exportaciones, y 2019 como de la Competitividad e Innovación, dicen por sí mismos que la visión está enfocada en consolidar las exportaciones como un importante motor económico nacional. Los empresarios de zonas francas hemos pasado por muchos momentos difíciles, con increíbles retos y donde se han perdido miles de empleos. Justamente por eso luchamos y valoramos con esperanza un futuro más prometedor para las exportaciones dominicanas. Como en la vida no importa cuánto avancemos, siempre quedan nuevos retos. Para nuestro sector, es vital mantener la competitividad logística con precios de transporte adecuados, un código laboral más justo y un puerto marítimo más competitivo, que reduzca los tiempos de entrega en el norte del país. Nuestro sector empresarial está más unido que nunca en la búsqueda de estos objetivos y estamos convencidos de que estamos más cerca de lograr esas metas.
¿Qué aspectos quedan por mejorar en cuanto a logística?
Es necesario eliminar la “exportación de costos ocultos” que se generan a través de trámites excesivos, transporte no competitivo, leyes laborales obsoletas, entre otros elementos que nuestros competidores internacionales ya han mejorado. No es posible que mover un contenedor desde Santiago a Santo Domingo sea más costoso y enfrente más trabas que los trámites a cumplir por la misma mercancía llevada a la ciudad de Miami en Estados Unidos. Y esto es solo un pequeño ejemplo de la amplia estela de situaciones que entorpecen la competitividad. Las tendencias en el escenario mundial del comercio y del transporte marítimo demandan eficiencia para recibir barcos de gran capacidad. Es por esta razón que la ampliación y la modernización del Puerto de Manzanillo, es la clave que permitirá dinamizar economía de la región Norte.
¿Es posible seguir diversificando más el sector y hacia cuáles rubros?
Hace 30 años el 80% de la producción era textil. Actualmente somos igualmente competitivos en otros sectores como tabaco, dispositivos médicos, calzados, call centers, entre otros. Los sectores de mayor crecimiento en la actualidad son la tecnología y los dispositivos médicos. Las zonas francas continúan diversificándose, tanto en productos, como en países de destino. Las zonas francas exportan 1,789 líneas de productos, a un total de 131 países en cinco continentes. A esto se adhiere el liderazgo de nuestro país en diversas categorías de productos en el mercado global. Hoy, por ejemplo, somos el primer exportador mundial de cigarros; el segundo proveedor más importante de interruptores eléctricos de Estados Unidos; el segundo proveedor de velas hacia América Latina; el tercer exportador de productos médicos de América latina y el cuarto suplidor hacia Estados Unidos; el tercer exportador de abrigos de lana hacia Estados Unidos. Además, somos el tercer exportador de calzado de cuero hacia América Latina y el décimo hacia Estados Unidos.
¿Cuáles son, a su entender, algunos de los aportes más importantes de las zonas francas a la economía dominicana?
En los últimos años el sector exportador y en especial las zonas francas han crecido en un entorno internacional favorable. Las zonas francas dominicanas son de las que han logrado aprovechar mejor ese entorno. Han contribuido a la estabilidad política y social, la estabilidad macroeconómica, así como a la creación de una infraestructura adecuada y un marco legal y regulatorio competitivo. Generan más 170 mil empleos directos y exportaciones por US$6,500 millones, compuestas por 1,778 rubros y/o productos diferentes destinados a 130 países, en cinco continentes.
¿Cuáles aspectos en términos legislativos podrían mejorarse para garantizar un mejor flujo de inversión en este sector?
Hace falta seguir trabajando desde adentro la institucionalización, asumiendo compromisos, haciendo más eficientes las gestiones diarias, apelar a la transparencia y al cumplimiento tanto desde el Estado como del sector privado, el área comercial y laboral. De esta forma, la estabilidad política, económica y social, así como las estrategias de incentivos, el respeto al orden jurídico, la competitividad laboral y educativa, entre otros factores gubernamentales, suman los puntos necesarios para apuntalar un sector exportador competitivo y atractivo de cara a la inversión global.
¿Cómo valora usted el papel que juegan las autoridades en cuanto mejorar las condiciones de competitividad? ¿Qué observa en este caso?
Casualmente acabo de recibir los resultados del Informe Competitividad Global 2019 y República Dominicana se ubica en el puesto 78 de 141 países evaluados, aumentando cuatro posiciones con respecto a los resultados del año anterior. Sin embargo, aún enfrentamos algunos retos. Dentro de las áreas más críticas se encuentra la institucionalidad por la falta de seguridad, además la carga regulatoria que enfrentan las empresas. El mercado de productos enfrenta las mayores barreras debido a la poca eficiencia de los procesos aduanales, las barreras no arancelarias y los aranceles, así como los efectos de impuestos/ subsidios en competencia. Citando el artículo del Banco Mundial: “Si República Dominicana quiere alcanzar su objetivo de convertirse en un país de altos ingresos para el 2030, debe mejorar el equilibrio fiscal, aumentar su capital humano, promover un entorno empresarial sobresaliente, gestionar de mejor manera los recursos naturales, mejorar la resistencia a los desastres y los riesgos relacionados con el clima, y aumentar la transparencia en la formulación de políticas y rendición de cuentas”.
¿Cuál es su opinión respecto al interés que ha mostrado Estados Unidos y China por el Puerto de Manzanillo?
La modernización de las operaciones con nuevo equipamiento y la ampliación del Puerto de Manzanillo, más que remodelarlo, es lo que permitirá a la región Norte seguir insertándose de manera competitiva en una economía globalizada. El crecimiento del comercio marítimo de la región se logrará con una infraestructura más moderna, de esta manera lograremos mayores oportunidades y nuestras empresas podrán afrontar retos futuros en los mercados internacionales. La cercanía del Puerto de Manzanillo con el principal centro de distribución hacia Estados Unidos, la Florida, ofrece una economía de tiempo de más de doce horas. La estructuración estratégica del Puerto de Manzanillo agilizará el comercio exterior y disminuirá los costos de exportación del Cibao, pudiéndose entregar con tres días de anticipación toda la carga que ahora sale por los puertos del Sur. Podemos lograr que Manzanillo se convierta en el centro logístico entre Europa y el Caribe, tal como lo recomienda la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030.
Acerca de Miguel Lama
El presidente de la Corporación Zona Franca Santiago (CZFS), Miguel Lama Rodríguez, fue el primer santiaguero reconocido por el Consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago (CDES) con el galardón al mérito ciudadano “Bonó Estratega Senior”. Es hijo de don Miguel Lama Mitre y Franciola Rodríguez. Participó en la elaboración del Plan Estratégico de Santiago a inicios de la década de los 90, siendo para la ocasión presidente de la Cámara de Comercio y Producción.
Participó en los encuentros decisivos para el desarrollo local de Santiago, convocados por los proyectos de salud comunitaria de la PUCMM y del Centro de Estudios Urbanos y Regionales de esta casa de altos estudios.
Cursó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio de la Salle, graduándose de administración de empresas en la PUCMM. Fue miembro del equipo editorial del periódico estudiantil “El Lasallista”.
Gestó fondos y auspició proyectos, entre estos el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), el Parque Central y la Incubadora de Empresas, iniciativas que hoy han adquirido una proyección nacional e internacional.