El mundo ha cambiando y con él la forma de cómo los clientes demanda y percibe los servicios bancarios. Ha pasado de hacer largas filas para hablar con un oficial, a realizar cualquier consulta de forma digital, lo que podría hacer que en el futuro las sucursales desaparezcan, asegura el presidente de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), Carlos Troetsch.
Las declaraciones fueron ofrecidas durante la celebración del XXXVIII Congreso Latinoamericano de Derecho Financiero (Colade), lleva a cabo en el Hotel Real Intercontinental.
Troetsch explica que estas demandas de inmediatez y el gran volumen de información que poseen los bancos, hacen que los desarrolladores de tecnología, Fintech, cambien los paradigmas de los banqueros, aunque destaca que América Latina, la colaboración entre fintechs y los bancos está menos avanzada que en otras regiones.
El presidente de la Felaban indica que ha variado el concepto de que los datos eran solo del banco, ahora son del cliente. “La responsabilidad de la seguridad de los datos ya no pertenece solo a los banco, también es responsabilidad del usuario”.
Resalta que siguen cuidando la información, pero la demanda de poder compartir las informaciones a través de Open Banking es decisión del cliente, y representa un enorme reto para la banca, la cual pasa de un modelo tradicional en el cual el banco es dueño de los datos del cliente, a un modelo de banca abierta.
“El Open Banking habilita a los consumidores de banca personal y pequeños comercios a compartir sus datos de forma segura con otro banco y con terceros, convirtiendo a los productos financieros en productos de oferta abierta en donde cualquier actor puede diseñar respuestas que se adapten a necesidades particulares”, dice.
Destaca que dentro de los desafíos regulatorios de revolución digital están los cambios profundos en la industria bancaria y financiera y en el statu quo de la banca, el hacer frente a los desafíos y aprovechar las ventajas de la revolución.
Apunta que la innovación tecnológica es necesaria, pero la velocidad de los avances regulatorios generalmente es inferior a la del mercado. “El verdadero peligro es que la banca de la región no logre reaccionar y adaptarse con la suficiente rapidez a las nuevas realidades y paradigmas de la era de transformación digital”, agrega.
Troetsch sostiene que se ha invertido mucho en la ciberseguridad y que las personas encargada de la seguridad bancaria está más preparada que los atacantes. “En Felaban estamos creando la conciencia en los usuarios para la prevención de los ciberataques”.