Las bondades económicas y medioambientales del gas natural son incuestionables. República Dominicana es un mercado en desarrollo que ha dado muestras sobradas de fortalezas que, incluso, han sido tomadas como ejemplos para otras naciones de la región. Nuestra economía crece a un ritmo envidiable y prometedor.
Los descubrimientos de abundantes yacimientos de gas natural en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos, han impulsado una transformación casi exponencial de los mercados de energía, alterando la geografía mundial en términos energéticos. Realmente son buenas noticias para nuestra atmósfera y el aire que respiramos.
El gas natural representa hoy alrededor del 25% del consumo primario de energía en todo el mundo, mientras que el petróleo, que ha demostrado ser un producto con alta volatilidad en sus precios, tiene apenas poco más del 30%.
Ante estas afirmaciones irrefutables, en elDinero consideramos que es tiempo de que República Dominicana aproveche las ventajas que hay en el gas natural. El mercado debe ser abierto, sin traspiés, a nuevas inversiones que traigan desarrollo y oportunidades a la libre competencia. Los consumidores serán los más beneficiados y estarán muy agradecidos.
El presidente Danilo Medina, que el 18 de febrero del año pasado dio el primer picazo para la construcción de una nueva terminal en gas natural, ha dado muestras de estar decidido a resolver el problema energético que por más de medio siglo ha dificultado el camino hacia el desarrollo.
Ahora bien, lo que no se entiende es cómo es que la terminal de gas natural, que abriría el mercado local, que cuenta con el apoyo del Presidente y que colocaría al país en un trayecto seguro hacia el abaratamiento de la energía, ha tenido que transitar con dificultad.
El presidente de la República, que es el dominicano mejor informado del país, debería revisar las actuaciones de algunos ministerios encargados de darle seguimiento a sus políticas de desarrollo, como es en este caso la construcción de una terminal de gas natural que contribuirá con enfrentar con eficacia un reto tan importante para el desarrollo, como lo es el problema energético.
Anhelamos la esperanza de que el presidente Medina, así como dio el primer picazo, pueda cortar la cinta para dejar en operación esta importante obra para el desarrollo.
No podemos postergar más tiempo el desarrollo de proyectos tan importantes como es la instalación de una terminal de gas natural. Somos un país signatario de acuerdos internacionales en los que nos comprometemos a proteger el medio ambiente. Aquí tenemos una gran oportunidad.
Las grandes decisiones no deben esperar.