Sin dudas que el mercado de valores dominicano ha avanzado de forma constante, pero todavía estamos a la espera de la primera oferta pública inicial. Es importante resaltar que cuando se piensa en el concepto de la bolsa de valores, es básicamente sinónimo de acciones, y emitir estos valores trae consigo múltiples beneficios para las empresas que salgan a bolsa. Entiendo que resultaría tremendamente provechoso diversificar la oferta de productos y métodos de levantamiento de capital, a través de la bolsa de valores dominicana.
Muchas de las grandes, medianas y pequeñas empresas a nivel mundial buscan impulsar el crecimiento de su negocio a través de una oferta pública inicial como una forma de generar los recursos necesarios para ampliar su estructura de financiación a un costo más económico. Entre las diversas ventajas que podemos mencionar, la de mayor peso es la captación de fondos adicionales mediante la OPI.
Por otro lado, si la empresa opta por salir a bolsa, la emisión de acciones no le requiere a la corporación pagar intereses o principal (comparado a un crédito tradicional). Esto último no compromete el flujo de efectivo del negocio, ya que si el ratio de endeudamiento incrementa, disminuye el acceso al crédito. Y con una ampliación de capital ocurre lo contrario. Es decir, reduce los costos de financiación. También, las acciones son comercializadas públicamente y el mercado determinan el valor de las mismas, lo que facilita el proceso de valoración de cara a posibles fusiones y adquisiciones.
En fin, realizar un IPO ayuda a generar mayor credibilidad para la empresa, lo que mejora su imagen y le facilita hacer negocios en sentido general.