El Banco Central ha admitido una ralentización en la producción y el consumo, variables cuyo impacto en la expansión del producto interno bruto (PIB) se siente hacia arriba o hacia abajo, dependiendo del caso.
Ahora bien, a pesar de estos resultados adversos en términos económicos, sorprende el optimismo de las autoridades monetarias respecto al crecimiento esperado al cierre de año. Se mantiene la proyección de un 5% a un 5.5%, lo cual, de darse tal cual, habría que aplaudir.
No es necesario ser mago para saber que “la cosa” no ha respondido bien. A esta fecha cerca de un 40% de los casi RD$34,300 millones disponibles del encaje legal han sido colocados, siendo el sector construcción el que menos demanda ha tenido. Sin embargo, y es bueno reconocerlo, con entornos local e externo no muy favorables, lo que se ha logrado es una excelente noticia.