El cambio climático incide de forma negativa en las empresas, gobiernos e individuos y son estos los que deben actuar. No obstante, sus inversiones también pueden sufrir impactos, lo que genera oportunidades para tomar las medidas necesarias y evitar pérdidas causadas por el calentamiento global.
A continuación, detallo algunos factores que los inversionistas deben tomar en cuenta en relación al cambio climático. Las rentabilidades de sus inversiones podrían verse mermadas a raíz de reducciones en la productividad de diversos sectores afectados por desastres naturales u otros eventos extremos (inundaciones y sequía).
Debido a esto último, también se deterioran determinados activos, pudiéndose convertir en pasivos, por lo que el sector asegurador tuviera que incurrir en mayores pagos por indemnizaciones. Además, los inversionistas podrían verse expuestos a riesgos reputacionales, por invertir en compañías y/o productos no alineados con objetivos de preservación del medio ambiente.
En concreto, el sector energético (petróleo y gas) se encuentra en constante escrutinio debido a los daños importantes que causan al planeta (invertir en la industria de energías renovables también es otra opción interesante).
Básicamente, todas las industrias necesitan electricidad para funcionar, por lo que los inversionistas deben invertir en empresas que cumplan con las regulaciones de prevención correspondientes.
Se estima que la población mundial sobrepasará los 10 billones de personas en el 2050, lo que subirá la demanda de alimentación saludable de forma sustancial. El sector agropecuario también se verá afectado por el cambio climático, por lo que resulta importante revisar la exposición de su portafolio a esta industria.
En República Dominicana, vamos en el camino correcto, tras la reciente aprobación en primera lectura, del proyecto de ley de cambio climático, elaborado por el IDDI.