El tema de las “criptomonedas” ocupa la atención del sector económico prácticamente a diario, sin muchas veces contemplar la promesa y los peligros de la misma. Este término tiene su origen en una palabra en el idioma inglés (cryptocurrency), y que sencillamente describe un medio digital a través del cual se realizan transacciones de intercambio o pago.
Las criptomonedas implican una forma de pago completamente digital y que se aparta de los medios “tradicionales”, los cuales son regulados y supervisados por un banco central. De hecho, la novedad de las criptomonedas ha sorprendido los sistemas jurídicos a nivel mundial, y las mismas se han desarrollado sin contar con un marco legal y únicamente a través de la confianza de sus usuarios.
El hecho de que las criptomonedas se aparten del sistema de banca tradicional es precisamente su más grande promesa: constituyen un medio de pago con poca “fricción”, altamente eficiente y que permite desenvolver transacciones a alta velocidad. Por igual, las reglas de las criptomonedas son establecidas de manera transparente por sus creadores, lo que elimina lo que algunos tildan la subjetividad de los bancos centrales al momento de regular las monedas.
Sin embargo, esta nueva opción también implica grandes peligros y retos para el sistema financiero y sus reguladores. En primer término, las criptomonedas ofrecen un grado de anonimidad a sus usuarios (es decir, las partes en las transacciones no suelen se transparentadas como en el sistema bancario tradicional) que implica la posibilidad de lavado de activos. El anonimato de las transacciones podría facilitar el cambio de activos legítimos por criptomonedas adquiridas sin ningún tipo de claridad.
Otro aspecto de cautela respecto a las criptomonedas es el hecho de que pueden ser utilizadas para facilitar la evasión fiscal y encubrir otros crímenes. Esto se debe, nuevamente, a que facilitan las transacciones económicas anónimas, lo que permite encubrir el origen y destino de los fondos y, por ende, las autoridades no tienen forma de controlar o monitorear las operaciones, sean legítimas o no.
Las criptomonedas cobrarán mayor importancia en la economía mundial; hasta Facebook ha anunciado la creación de una, denominada “Libra”, además de otras en el mercado, incluyendo la más famosa, el Bitcoin.
Sin embargo, ante la ausencia de regulación, tanto en República Dominicana como a nivel mundial, es importante asumir una posición de apertura, pero con cautela, para permitir que este medio de pago se desarrolle dentro de un marco de transparencia.