Las monedas blandas que provienen de países en vías de desarrollo, como es el caso de República Dominicana y otros mercados de la región, casi siempre se depreciarán frente a monedas duras (dólar estadounidense, Franco suizo, Euro, etc).
Dicho esto, en los últimos años (década), el peso dominicano sigue siendo una de las monedas con mayor estabilidad cambiaria de Latinoamérica (depreciación entre un 2% y 6% en los últimos 10 años).
Es importante siempre realizar un análisis objetivo sobre la depreciación de nuestra moneda, es decir, comparar el desempeño de la misma con años anteriores (y con otras monedas de la región). La tendencia a nivel mundial y en República Dominicana es que los tipos de interés se mantengan o bajen, lo que genera una presión devaluatoria en la moneda de cualquier país.
Dada la ralentización económica a nivel local e internacional (debido a factores internos y externos en el caso de RD) pues esto ha llevado a que las autoridades monetarias, tanto en el extranjero como en RD, implementen políticas monetarias expansivas para reactivar sus respectivas economías.
Dicho esto, el DOP solo se ha depreciado un 1.42% en los primeros 7 meses de 2019 comparado al 2.81% del mismo periodo del año anterior. Tanto las personas físicas como jurídicas pueden hacer su análisis presupuestario usando el histórico de la relativa estabilidad cambiaria anual que hemos venido viendo en el transcurso de la última década.
En fin, mayoría de las variables macroeconómicas (mayor circulante, reducción tipos, etc) sugerirían que la devaluación del peso sería aún mayor que en otros años, pero no ha sido el caso (solidez economía RD, todavía creciendo por encima de un 5%).