Las tasas activas y pasivas están en constante movimiento por diferentes factores, tales como la liquidez bancaria, actividad económica a nivel local e internacional, riesgo país, e inflación, entre otros.
Con el objetivo de mantener la economía dominicana funcionando correctamente, y evitar cualquier shock externo, pues el BC implementó dos políticas monetarias expansivas clave, lo que genera un efecto bajista en las tasas de los préstamos y los depósitos. Dicho esto, las recientes medidas expansivas no tienen un impacto inmediato, es decir, toma varios meses para que se reflejen cambios significativos en la economía real.
Debido a la ralentización económica a nivel internacional, la desaceleración de algunos sectores a nivel local y tras prácticamente una década de expansión (es normal que las economías se desaceleren luego de tiempos prolongados de crecimiento), pues el objetivo del país es seguir apoyando a los sectores productivos. Para lograr esto último, el crédito al sector privado debe fluir de manera constante, y por ende, la tendencia de las tasas para este segundo semestre de 2019 es hacia la baja.
La tasa activa promedia ponderada de los bancos múltiples a enero de este año se ubicó en 12.62%, para una disminución de 0.8 puntos porcentuales (11.82% a junio 2019). Por otro lado, las tasas de los depósitos a plazo, correspondientes a los primeros seis meses del año en curso, han bajado de 6.58% (enero 2019) a 5.77% (junio 2019). Cabe resaltar, que tanto las tasas de los préstamos como de los ahorros, repuntaron en la primera semana de julio, pero esta tendencia debería revertirse a mediano plazo.
En la actualidad, la implementación de políticas monetarias laxas es lo más efectivo.