En la era digital, se hace más común “comprar” libros, películas, canciones y otras formas de entretenimiento y propiedad intelectual en tiendas en línea para ser usados a través de esa vía. Es decir, en vez de la compra de versiones físicas de los artículos, se adquieren los mismos vía web, a través de instrumentos como una computadora, tableta o teléfono móvil.
Sin embargo, a través de esta modalidad de compra, los usuarios no están adquiriendo el derecho al uso perpetuo del artículo –como lo hicieran cuando compran un libro en físico o un Blu Ray– sino que adquieren una licencia para uso del mismo. En este sentido, la “propiedad” del artículo no es transferida, sino que el consumidor adquiere un derecho temporal de uso del artículo.
Asimismo, el artículo digital adquirido queda sujeto a administración de derechos por vía digital (digital rights management). Esto quiere decir que el vendedor tiene la forma de modificar el artículo adquirido, aunque el mismo se encuentre dentro del aparato del consumidor, sin el consentimiento o conocimiento del mismo.
La mayor consecuencia de todo lo anterior es que, a diferencia de cuando se compra un libro físico, por ejemplo, la empresa vendedora del artículo puede no solo modificar, sino retirar la licencia de uso del artículo. En el caso de un artículo físico, la casa editorial no puede retirar el libro del librero del consumidor, pero en el caso digital, sí puede hacerlo.
Esta situación se ha visto recientemente ante la clausura por Microsoft de su tienda de libros en línea, advirtiéndole a sus usuarios que sencillamente perderían el acceso a los artículos que ya habían adquirido. En este caso particular, Microsoft decidió retornar los fondos de las compras a sus clientes, pero no debido a que los términos de la licencia de uso lo requería, sino porque decidió hacerlo para mantener las relaciones con sus clientes.
Otro caso reciente se pudo observar en el caso del servicio UltraViolet, de venta de películas y series de televisión. El mismo cerró, y aunque les permitió a sus usuarios migrar la biblioteca adquirida a otros servicios, aquellos usuarios que no lo hicieron sencillamente perdieron los artículos que ya habían adquirido y pagado, y respecto de los cuales entendían tenían el derecho de utilizar de manera ilimitada.
La “propiedad” en la era digital es distinta a lo que se ha acostumbrado, ya que a través de las licencias de uso y el Digital Rights Management, se puede perder el derecho de usar o acceder a artículos que ya hemos comprado. Es una nueva modalidad que debe ser profundizada y estudiada con más detenimiento debido al cambio radical que representa.