Señor director:
Le escribo con el interés de hacerle llegar mi preocupación respecto a la ola de calor, los apagones y la economía. Lo que sucede en estos momentos en términos del suministro de electricidad nos enseña que estamos ávidos de un sistema estable, que no falle aún en la peor situación.
Por suerte, y es la mejor parte, hay un auge de proyectos solares y eólicos que luego habrán de aportar más energía y así ofrecer más estabilidad al sistema.
Digo esto porque con los apagones y este calor sofocante hay dos golpes para la empresa. El primero es que es necesario encender las plantas de emergencias de nuestras empresas y, en segundo lugar, los empleados producen menos, lo que se convierte en una elevación de los costos de producción.
Esto quizá no se piensa, pero es así. Al final salimos todos perjudicados. Debemos impulsar un sistema eléctrico más diversificado, que dependa menos del petróleo y al mismo tiempo exigir a las distribuidoras que sean mejores en la gestión comercial.
José Aneudy C. Colón.
Microempresario.