Cuando el Banco Central anunció la liberación de poco más de RD$29,000 millones del encaje legal para financiar con tasa de interés reducida y fija a diversos sectores, observamos una intención de dinamizar la economía.
Esa decisión fue el 30 de mayo pasado y menos de un mes después, el Banco Central anuncia una ampliación de esta medida con la liberación de poco más de RD$5,000 millones adicionales, a lo que se agrega su decisión de reducir la tasa de interés de política monetaria de 5.5% a 5%.
Varios economistas han advertido sobre la ralentización de la economía, a causa, principalmente, de la aparente incertidumbre política que caracteriza al país y de otros factores que inciden en el dinamismo de las actividades de los sectores productivos locales.
Pero entre estas medidas de política económica deseo enfocarme en lo relativo al financiamiento para la adquisición de viviendas. De los RD$29,000 millones del encaje legal, RD$8,400 millones son para financiar viviendas nuevas y listas para entregar en escalas de RD$3.5 millones y de topes de RD$8 millones.
Sucede que en los primeros 28 días de liberación de esos recursos, los bancos comerciales y asociaciones de ahorros y préstamos ya habían colocado más de RD$8,000 millones para la manufactura, exportación, agropecuaria, mipymes, comercio y consumo.
Sin embargo, para el financiamiento de viviendas económicas la colocación había sido cero y para las de mayor precio sólo se habían financiado RD$18.9 millones.
Lo anterior pone de manifiesto la observación que habíamos hecho en esta misma columna en semanas anteriores al afirmar que no deberían ponerse condicionalidades estrictas a los financiamientos de viviendas con recursos del encaje legal, pues se trata de un segmento de impacto social que debe ser más flexible.
El resultado era de esperarse, pues como esos créditos están limitados a viviendas terminadas y listas para entregar, sucede que todos los ciudadanos que van a adquirir una vivienda nueva, buscan el financiamiento mucho antes de que se termine el proyecto. Eso indica que todas las viviendas listas para entregar ya están siendo financiadas y no se les permite a los adquirientes de préstamos pasar del crédito recién adquirido a una tasa más alta a los de la liberación del encaje con una tasa de 9% anual fija por seis años.
Ahora el Banco Central tuvo que tomar la decisión de liberar poco más de RD$5,000 millones, pero específicamente para financiar a los constructores de viviendas, a los fines de que agilicen los proyectos que tienen en carpeta y que puedan captar a potenciales clientes que tomen préstamos de recursos del encaje para comprarlas.
Esa segunda liberación del encaje que están anunciando las autoridades monetarias busca corregir en parte la inobservancia de disponer recursos para adquisición de viviendas limitando esa posibilidad a que sean nuevas y listas para entregar, dejando de lado la posibilidad de que personas que desean adquirir una vivienda de segunda mano puedan optar por esos financiamientos.
Además, se deja fuera la posibilidad de optar por esos financiamientos blandos para la reconstrucción o reparación de viviendas, mientras que, para los préstamos de consumo, especialmente de vehículos nuevos, no hay ninguna restricción.
Son muchos los adquirientes de viviendas nuevas que ya habían negociado sus financiamientos que acudieron a los bancos a preguntar si podían cambiar el crédito aprobado por otros provenientes de recursos del encaje, a los fines de obtener la tasa de 9% anual fija por seis años, pero la respuesta que encontraron fue negativa.
Por eso debieron quedarse con los créditos aprobados o en curso pagando una tasa promedio de 12.5% anual y variable, en lugar de la que está disponible con recursos del encaje legal, pero congelada por las limitaciones impuestas.
Esperemos que en los días por venir se revierta esa situación que se puedan canalizar esos RD$8,400 millones disponibles para financiar viviendas que lamentablemente están limitadas a que sean nuevas y listas para entregar a primeros adquirientes.
Ahora que se han liberado recursos del encaje legal para desarrollar más viviendas, es posible que los recursos para su adquisición también fluyan y que cada vez más dominicanos y dominicanas puedan hacer realidad el deseo de una casa propia.