Por lo visto, el mes de julio ha sido emblemático y referente para que las autoridades monetarias tomen decisiones respecto a subir o bajar la tasa de política monetaria (TPM).
La última vez que la Junta Monetaria redujo su TPM fue en julio de 2017, cuando pasó de 5.75% a 5.25%, es decir, 50 puntos básicos.
Luego, en julio de 2018, se realizó otro movimiento en la tasa de referencia, esta vez para subirla de 5.25% a 5.50% hasta que llegó el julio de 2019 para volver a moverla hacia la baja, quitándole otros 50 puntos básicos.
Todo parece estar relacionado a las evaluaciones que hacen las autoridades del comportamiento de la economía durante el primer semestre. Cuando la economía está fría hay que darle un poco de calor, motivando la demanda interna para reactivar su crecimiento. ¿Sólo por esta razón?