[dropcap]E[/dropcap]ste 31 de enero, como cada año, celebramos en República Dominicana el Día Nacional de la Juventud. Sin duda que es una fecha importante, pues nos brinda la oportunidad de pensar en lo importante que son los jóvenes para el desarrollo de la nación.
Sin embargo, hay muchas cosas pendientes. No hay cuentas claras sobre la cantidad de jóvenes que terminan sus estudios y el mercado de trabajo existente no es el más idóneo para encontrar donde ejercer la carrera cursada en cualquiera de nuestras universidades o instituciones técnicas.
La ciudadanía está consciente de que el Gobierno realiza importantes esfuerzos por ayudar a la juventud a través de programas tan importantes, entre los que se destacan las becas nacionales e internacionales vía el Ministerio de Educación Superior y los proyectos de integración social que buscan una mejoría en la calidad de vida de nuestros jóvenes.
Ahora bien, si hay algo que le preocupa a elDinero es la inmensa cantidad de egresados de universidades que no tienen oportunidades de desarrollarse en lo que estudiaron. Las historias de jóvenes con profesiones o carreras terminadas que hacen otra cosa son inmensas. Esto se debe, en gran medida, a una falta de planificación y coordinación entre lo que oferta el sistema educativo y lo que demanda el mercado de trabajo.
Infotep, que realiza una labor encomiable desde cualquier punto de vista, no da abasto para ofrecer lo que necesitamos en materia de técnicas. El Community College que funciona en Guerra, otro ejemplo de esperanza, tampoco ha logrado calar en la psiquis de nuestra juventud, quizá por falta de promoción. Ahí hay un gran potencial que deberíamos aprovechar como país.
Este Día Nacional de la Juventud encuentra a un Ministerio que ha sido motivo de quejas de que lo menos que hace es atender al público hacia el cual va dirigido. Y parece que es así. Gran parte de nuestros jóvenes no sólo han perdido las esperanzas, sino también que la única alternativa que tienen es entrar al bajo mundo, a ese lugar del que todos sabemos y que las autoridades o funcionarios se hacen de la vista gorda, ignorando lo que sucede ahí en perjuicio de nuestra sociedad.
Para atender debidamente, y es una exhortación que elDinero hace con toda sinceridad, se deben articular políticas de integración, en las que converjan familia, gobierno, empresarios, instituciones especializadas y la autoridad. Asumir un compromiso con nuestra juventud es garantizar un mejor futuro para nuestro país.