El turismo dominicano ha sido noticia durante las últimas semanas, pero no en la forma en que hemos estado acostumbrado. El flujo de informaciones ha sido negativo en su mayoría. La opinión pública internacional, de una forma hasta cierto punto irracional, hilando o conectando hechos que en nada guardan relación, se ha hecho eco del lamentable fallecimiento de turistas estadounidenses en circunstancias aparentemente naturales, pero que aún están bajo investigación.
La pérdida de vidas humanas, sin importar las circunstancias en que ocurra, será siempre un hecho lamentable. En este caso, en que se trata de personas que buscan disfrutar de vacaciones junto a familiares, resulta incómodo de aceptar. Sin embargo, las muertes súbitas se presentan en cualquier lugar, sin importar si el destino turístico es latinoamericano, europeo, asiático o africano. A nadie se la ha ocurrido culpar a una línea aérea por el fallecimiento en vuelo de uno de sus pasajeros. Y ha pasado, y seguirá pasando.
República Dominicana tiene mucho que aprender y mejorar, a pesar de ser un país con más de medio siglo de experiencia en la industria turística. Cada caso es una lección de la que empresarios, funcionarios responsables de Turismo, Salud Pública, Interior y Policía, y por qué no decirlo, hasta la población común, han de entender que hay una gran responsabilidad-país cuando se trata de proteger una de las columnas de la economía.
El título del anterior editorial es “Resiliencia es una receta perfecta”. Creemos que ciertamente es así. Lo más lógico ahora es que a partir del contexto en que transita República Dominicana, se pueda sacar la mejor experiencia.
Las alianzas público privadas, además de ser una receta perfecta para desarrollar proyectos de infraestructura de primer nivel, sin distinción del sector económico, representan también una oportunidad para ayudar a cambiar la errada percepción que se ha querido esparcir en los mercados emisores de turistas respecto a República Dominicana.
Dar el primer paso es una actitud loable. El presidente ejecutivo de MARTÍ, Carlos José Martí, llamó a los sectores público y privado a defender la buena y bien ganada imagen que tiene República Dominicana como destino turístico por excelencia en la región del Caribe. Puso el ejemplo al convocar a otros representantes del sector empresarial para conversar, junto con funcionarios del Gobierno, sobre el turismo dominicano para defender un sector económico que encadena a toda la economía. Enhorabuena.