El Siglo 21 ha sido marcado por la explosión de la economía digital y la enorme (y creciente) influencia del internet en la vida cotidiana y empresarial de todos los seres del planeta. Algunas compañías en materia de búsqueda, como Alphabet (Google); en materia de compras, como Amazon, y en materia de redes sociales, como Facebook, dominan sus respectivos mercados, lo que está causando preocupación y llamados a mayores esfuerzos regulatorios al respecto.
En cuanto a Alphabet, ha sido multada por la Unión Europea por atar su sistema operativo (Android) a su sistema de búsqueda (Google). Varios países también investigan a Alphabet por la misma supuesta violación, la cual fue la misma que fue imputada a Microsoft durante los años 1990 respecto a su sistema operativo (Windows) y el navegador de internet (Explorer) que ofrecía en ese tiempo.
Respecto a la misma entidad de Alphabet, también se ha externado creciente preocupación sobre sus prácticas comerciales en materia de publicidad, debido al dominio que tiene en el mercado de la búsqueda. Por esta razón, en Estados Unidos el Departamento de Justicia se encuentra inmerso en una investigación activa de las prácticas de Google.
Por otra parte, Amazon se ha convertido en un gigante en materia de compras vía internet, representando casi la mitad de todas las compras en línea para este año. Respecto a Amazon, el alegato que ha sido externado por el FTC, una entidad reguladora en EE.UU., es que ha utilizado su dominio del mercado para excluir a potenciales rivales y crear condiciones ilegales que la favorecen, algo contrario a las leyes de defensa de la competencia en ese país.
Finalmente, en lo que concierne a Facebook, la plataforma más grande de intercambio de información (y que, de paso, también es propietaria de WhatsApp y de Instagram), hay temas de uso de información de los usuarios (privacidad) y la divulgación de información falsa (fake news) en las redes. Estos temas han causado gran preocupación entre reguladores a nivel mundial, ya que el abuso de las informaciones personales es algo contrario a la ley, y por igual, el hecho de que las plataformas no tomen acciones concretas contra la información falsa.
Lo que debe quedar claro es que la importancia del internet en la economía moderna requiere de reguladores que se mantengan enfocados en las conductas de sus “gigantes”. Aunque también resulta clave no obstaculizar el desarrollo de nuevas herramientas, no es menos cierto que la innovación no debe conllevar prácticas contrarias a las normas de competencia y de manejo de información.