Señor director:
Tomar prestado o comprar a crédito es bueno y es malo. Todo depende del contexto. Las empresas, por lo general, toman a crédito una gran parte de lo que necesitan para operar porque no siempre hay capital disponible para todo. Eso es normal. Sucede igual con las personas y las familias.
Ahora bien, cuando un país debe acudir frecuentemente a tomar prestado o emitir deuda todos los años, a veces más de tres veces en un período, no es un acontecimiento para aplaudir. Cuando no se trabaja en la raíz del problema, que en este caso es el déficit público, no hay salida factible a través del endeudamiento.
Hasta que no se trate de curar el problema estructural que existe en la economía, que todo el mundo sabe que hay problema de desproporción del gasto público, el país estará a merced de los capitales extranjeros a través de los bonos o cualquier otro mecanismo. Una deuda, por más oportuna que sea, siempre es inoportuna y más cuando se toma conciencia de las razones que obligan a endeudarse.
Pedro Y. Méndez.
Empresario.