La economía mundial atraviesa por aguas turbulentas, sobre todo debido a la guerra comercial, tensiones geopolíticas, crisis en algunos países de la región y a los altibajos de los precios del petróleo, entre otros.
De momento, ninguno de los acontecimientos previamente mencionados está afectando a República Dominicana de forma negativa, pero evidentemente no podemos mantenernos al margen de lo que ocurre en un contexto internacional, por lo que las autoridades monetarias a nivel local han tomado medidas oportunas para cubrirnos ante cualquier imprevisto.
En RD la inflación se encuentra por debajo de la meta, existe estabilidad cambiaria y la necesidad de cubrir la demanda del crédito para seguir dinamizando la economía dominicana ha propulsado la reciente liberación del encaje legal (préstamos con tasa fija de un 9%). Creo que es la política monetaria más prudente en este momento, de forma de mantenernos en la senda del crecimiento, sin tener que recurrir a una bajada de la TPM, lo que podría generar mayor volatilidad a nivel local, sobre todo dada las políticas acomodaticias de los bancos centrales a nivel mundial y específicamente en EE.UU.
Por otro lado, entran al país US$2.5 billones por concepto de emisiones de bonos soberanos, contemplados en el presupuesto estatal de 2019, colocados a tasas muy competitivas, lo que permite mayor flexibilidad al gobierno para cumplir con sus compromisos de pago y también aumentarán los recursos en circulación. Y, sobre todo, cabe resaltar que esta emisión nuevamente demuestra la confianza de los inversionistas internacionales en la capacidad de pago del gobierno dominicano. En fin, las políticas monetarias expansivas presionan las tasas hacia la baja, lo que mantendrán a RD en una posición económica favorable.