Cuando se vive en un país que no produce la materia prima y que depende totalmente de la importación de petróleo, como es el caso de República Dominicana, es importante reducir nuestra exposición a los movimientos bruscos en los precios internacionales del oro negro a través del uso de contratos de derivados. Los principales productos derivados son los futuros, forwards, swaps o permutas financieras y las opciones.
El call option sería una alternativa interesante para RD, ya que le da al país la opción de comprar el petróleo a un precio predefinido. Por supuesto que no hay que ‘hedge” la totalidad de nuestras importaciones, sino probar con una parte, como lo han hecho algunas de nuestras islas vecinas (ej. Jamaica). A diferencia de los futuros y forwards, los contratos de opciones, tal y como indica su propio nombre, le otorga la opción, en este caso al Estado dominicano, de comprar el petróleo a precio predeterminado en el futuro. El adquiriente del contrato de opción a compra se beneficia si el valor del commodity sobrepasa el precio de ejercicio.
No es muy usual que mercados emergentes, como el dominicano, minimicen su exposición al riesgo de precio del crudo a través de derivados. De todas formas, creo que no debemos descartar la opción de usar estos tipos de instrumentos de forma recurrente, ya que tendrían un impacto positivo en muchas de las variables macro de gran relevancia, tales como la inflación y la tasa de cambio a nivel local. Típicamente, este tipo de negociación se lleva a cabo entre el Ministerio de Hacienda, Banco Central, y un banco de inversión que venda los contratos con opción a compra.