Poco a poco mayo se está dejando sentir y la sequía que nos afectó durante los primeros meses del año, generando pavor, incertidumbre y consejos de parte del Estado sobre cómo ahorrar agua, ha comenzado a ceder.
Como siempre, y como se ha escrito y dicho en otras oportunidades, la próxima sequía nos tomará “por sorpresa”.
Desde que comience a escasear el agua las autoridades comenzarán a tomar las medidas correctivas de lugar, impedirán a los lava-autos informales seguir trabajando, mientras el Ministerio de Agricultura, con la Mesa del Agua a la cabeza, también hará lo propio.
La lección, aprendida o no, es que los dominicanos dejamos todo para última hora o cuando la crisis nos arropa.
Los países con altos niveles de desarrollo alcanzan estándares de vida envidiables porque han sabido planificar. La inmediatez con que desafortunadamente se opera en nuestro país mantiene los planes siempre en modo “posposición”.