Menos precipitaciones y la prolongada sequía, asociada al Fenómeno de El Niño, ha tenido impacto en la producción de alimentos para el consumo local y la exportación.
De acuerdo con los indicadores económicos de la Contraloría General de la República (CGR), en los dos primeros meses de 2019 las exportaciones se situaron en US$96.1 millones.
Este resultado refleja una variación negativa de 6.6% en relación con el primer bimestre de 2018 cuando se registraron US$102.9 millones.
Rosmer Jurado, presidente de la Asociación de Exportadores de Panamá (Apex), explicó a Capital Financiero que el sector venía de un crecimiento robusto de 8% en 2018, pero cerró en 2% por razón de una menor producción, en particular en el sector pesquero y la agricultura.
Los productos que han reflejado una tendencia positiva en estos dos primeros meses fueron banano (43.6%), madera en bruto (2.2%), harina y aceite de pescado (71.3%), sandía (476.4 %) y melón (2,085.0%).
La tendencia negativa se reflejó en Pescado y filete de pescado (-52.2%), carne de ganado bovino (-15.2%), camarón (-57.7%), piña (-14.8%), café (-38.3%) y azúcar sin refinar (-56.2%).
En total, nueve productos representan el 63% de las exportaciones: Banano, madera en bruto, desperdicios y desechos de aluminio, pescado y filete de pescado, carne de ganado bovino, harina y aceite de pescado, sandía, camarón y piña.
Como se observa, en su mayoría son productos vinculados con el sector agropecuario que ha sufrido los rigores de menos lluvias y un verano prolongado.
Jurado señaló que el sector privado está de acuerdo con la necesidad de realizar una inversión considerable en los embalses.
“El agua constituye uno de nuestros principales activos para el Canal, la modernización del país y la seguridad alimentaria”, precisó.
Señaló que la hoja de ruta está clara y apunta hacia mayor inversión en tecnología, innovación, reducción de la tramitología, la creación de una entidad de pro-moción comercial robusta y convertir al Estado en un facilitador para que las inversiones se puedan realizar en el interior del país.
Prosiguió que esto significa que “no podemos seguir dependiendo de la ciudad de Panamá, que concentra más del 80% del Producto Interno Bruto (PIB), por lo que hay que impulsar proyectos que pue-dan impactar al interior.
Parte de esta visión explica la reciente firma, entre el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (Ilca), del Convenio de Cooperación Técnica para la ejecución del Plan Maestro del Agro de la Región Occidental (Pmaro), que contempla $557 millones entre inversiones públicas y privadas, en un plazo de siete años, para potenciar la actividad agropecuaria y beneficiar a más de 15,000 productores.
Este plan “permitirá la instrumentación de programas verticales de largo plazo diseñados en cadenas de valor seleccionadas, como la láctea, la cárnica, la del aceite de palma, las hortalizas, el café, el plátano, el banano y el cacao, a las que podrían sumarse otros productos como tubérculos y raíces, arroz y papa”, además de aprovechar la plataforma del Canal con la visión de convertir a Panamá “en un nodo agroexportador modelo para la región”.
El Niño podría prolongarse
“La prolongación de la estación seca tiene un fuerte impacto en la seguridad alimentaria, ya que genera aumento en el precio de los productos agropecuarios como hortalizas, frutas, verduras y proteínas de origen animal, debido a las dificultades para la alimentación del ganado”, advirtió, por su parte, el profesor Alfonso Pino Graell, director del Laboratorio de Física de la Atmósfera de la Universidad de Panamá (UP).
Aclaró que las lluvias caídas en días pasados no constituyen la entrada de la estación lluviosa.
Sus causas estuvieron asociadas “a la disminución de la intensidad de los vientos alisios del Noreste, debido al debilitamiento del Centro de Alta Presión de las Bermudas y la aproximación hacia o nuestro istmo, de un eje de vaguada de baja presión que se proyectaba desde la Zona de Convergencia Intertropical (Zcit)”.
Advirtió que la entrada de la estación lluviosa, que se esperaba ocurriese a mediados de abril en el occidente del país y a principios de mayo en el Arco Seco, se ha retrasado como consecuencia del Fenómeno de El Niño.
El experto esperaría, de acuerdo con el estado actual del fenómeno climático, que la estación lluviosa pueda iniciar entre mediados de mayo y principios de junio.
Sin embargo, Pino señaló que según el último informe emitido por el Centro de Predicción del Clima de la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica de EEUU (Noaa, por sus siglas en inglés), en relación con el Fenómeno de El Niño “es probable que se mantenga durante el primer semestre del presente año”.
Podría prolongarse hasta septiembre (65% de probabilidad) o más allá de octubre (50%).
Resaltó que la extensión de la estación seca, “con muy bajos niveles de precipitación y con temperaturas más elevadas que las registradas durante la estación seca de 2018, afecta de manera significativa los caudales de los ríos, el nivel de las represas hidroeléctricas, los lagos Alhajuela y Gatún y las reservas hídricas que abastecen las plantas potabilizadoras y las actividades agropecuarias, en particular en el Arco Seco”.
El investigador reporta que “la estación meteorológica instalada en Chitré por el Laboratorio de Física de la Atmósfera de la UP no ha registrado precipitación alguna”.
Por otro lado, “las precipitaciones registradas en lo que va del año por las estaciones meteorológicas de la Unidad de Investigación, en Panamá Metro (214.4 milímetros), en Santiago (45.2 milímetros) y David (157.2 milímetros) han sido extremadamente bajas”.
Mitigar riesgos
Euclides Díaz, secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan), dijo que hay registro de deceso de animales en diferentes provincias.
La situación es más compleja en el Darién y en el Arco Seco.
Díaz recordó que las autoridades del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida) advirtieron que habría de 60% a 70% de posibilidades de un Fenómeno de El Niño severo, “pero debieron tomar previsiones para mitigar los daños”.
El sector productor, en algunos casos ha empleado tecnología de vanguardia para almacenar el alimento del ganado, al igual que se han realizado perforaciones de pozos, cosechas de agua y cultivos de caña que ayudan a sostener el rebaño.
Sin embargo, “la sequía se ha prolongado demasiado. En mi caso particular puedo hablar de 2% de pérdida de animales”, afirmó Díaz.
Díaz recomienda que las obras deben acompañar los estudios sobre embalses multipropósitos, además de crear un Fondo de Contingencia para apoyar de manera oportuna y no esperar daños irreversibles.