Tres expresidentes de la Asociación de Industrias (AIRD) expusieron sus consideraciones sobre la ruta hacia la competitividad en el período 2005-2018. Yandra Portela Vila (2004-2006), Manuel Díez Cabral (2007-2010) y Ligia Bonetti Du-Breil (2011-2014) exponen sus planteamientos en entrevistas hechas para HechoenRD, revista institucional de la AIRD.
En un ring, pero con equidad fiscal
Portela Vila señaló que al firmar el DR-CAFTA no se tomó en cuenta que ese proceso exponía a la mayoría de la industria manufacturera nacional, principal generador de impuestos en ese momento, a su posible desaparición “puesto que no contaba con las condiciones mínimas de competitividad para enfrentarse con estos países, ya que su desarrollo se había basado en suplir las necesidades nacionales”, protegida por altos aranceles y no se encontraba preparada para competir.
En la entrevista, Portela Vila expresó que “el país no podía darse el lujo de ponernos en un ring a pelear con las manos peladas, mientras el contrincante utilizaba guantes de último modelo”. En ese contexto, la AIRD presentó al país el Manifiesto por la Equidad Fiscal, como un clamor que indicaba la necesidad de “generar políticas impositivas que permitan la productividad y competencia del sector productivo dominicano”.
Portela Vila enuncia un conjunto de medidas o propuestas, muchas de las cuales fueron incorporadas, que aunque no nivelaron totalmente el terreno, sí impidieron que la industria quedara rezagada de modo irrecuperable.
La expresidente de la AIRD señaló cuatro desafíos que hoy marcan la industria: que los gobiernos crean que el modelo de desarrollo ha de centrarse en la revolución tecnológica e implementen las medidas que les corresponda para esto; la modernización del parque manufacturero; promover los encadenamientos productivos, y seguir fomentando la contratación y compras del estado a suplidores nacionales.
Un cambio de modelo
Insistiendo en la misma dirección, pero profundizando lo planteado, la AIRD abogó, a través de su entonces presidente Manuel Díez Cabral, por un cambio de modelo productivo.
Díez Cabral, quien fue presidente de la AIRD en el período 2007-2010, al ser entrevistado por HechoenRD, señaló algunos elementos de este cambio. Entre los aspectos clave se encontraban: la despolitización del sector eléctrico. “Una y otra vez reivindicamos una salida a la crisis del sector y llegamos a plantear que nos conformaríamos con lograr separar la política del ámbito del sector eléctrico”, explicó.
Además, una banca de desarrollo industrial, proceso que se inició con la conversión del Banco Nacional de la Vivienda (BNV) en el Banco de Desarrollo Exportador (Bandex), pero que hoy día -indica Cabral- se trata de un marco financiero en el que también entraría el mercado.
Otros elementos clave señalados por Díez Cabral para la transformación del modelo productivo es el relativo a la calidad de la educación dominicana, adecuar la legislación laboral, una verdadera política de promoción de las exportaciones de bienes transables.
El expresidente de la AIRD reconoció que se ha avanzado en el entramado institucional de servicio a la producción.
En ese período la AIRD enarboló la bandera de garantizar un servicio de transporte de carga libre y competitivo, aspecto en que hoy se tiene esperanza con la aprobación de la Ley 63-17.
“Este no es un tema solo de los industriales, sino de la República Dominicana. Sin lugar a dudas, un incremento de la productividad en nuestras empresas representa mayor sostenibilidad económica para nuestro país”, expresó Díez Cabral en la entrevista realizada para HechoenRD.
Alianza público-privada
Si es cierta la necesidad de equidad fiscal y un marco productivo competitivo, así como impulsar un cambio de modelo económico, esto no es posible sin una sólida alianza público-privada, es la conclusión de la entrevista hecha a Ligia Bonetti Du-Breil, presidente de la AIRD en el período 2011-2014.
Bonetti indica que las economías de éxito siempre han confiado en políticas estatales que fomentan el crecimiento y aceleran la transformación estructural.
“Tan importante como una política industrial es que la misma surja del consenso entre el sector público y privado, sosteniéndose en una alianza de mediano y largo plazo que hiciera de la industria ancla del desarrollo nacional y colocase la producción nacional en los barcos hacia los mercados extranjeros”, expresa Bonetti en la entrevista.
Esta alianza no sustituye la necesidad que tienen las industrias, a su interior, de trabajar continuamente por la mejora de la calidad y la productividad para lo cual factores como la innovación, la energía eléctrica, el desarrollo del capital humano, son fundamentales.
El recorrido hecho por los expresidentes de la AIRD en torno a la dura marcha hacia la competitividad revela continuidad en la institución por dar salidas coyunturales y estructurales a los temas que afectan la productividad, las exportaciones, las posibilidades del HechoenRD.