La Ley 25 del 23 de mayo de 2017, que modificó la Ley de Fomento y Desarrollo Industrial, representa un avance importante en los planes del sector industrial de duplicar su participación en el producto interno bruto (PIB) en los próximos 10 años y diversificar la producción, que actualmente se concentra en un 50% en alimentos y bebidas, resaltaron expertos durante el Foro de Innovación y Emprendimiento 2019: Desarrollo de productos y servicios disruptivos, organizado por Capital Financiero.
El sector industrial representa el 5.2% del PIB, con una tendencia a la baja en los últimos cinco años.
La tasa de crecimiento promedio de la industria en ese periodo (2014-2018) fue de 2.2%, con un valor agregado bruto al cierre del 2018 de $2,146.2 millones.
En el 2018, el sector industrial generó más de 141,842 empleos, el quinto sector que más puestos de trabajo genera, y si le suman los 265,407 empleos que generó el sector agrícola el año pasado, se observa la importancia de estos dos sectores en la empleomanía.
Por lo anterior, Juan Fábrega, dirigente del Sindicato de Industriales de Panamá (SIP), considera que Panamá debe crear un clúster de materia prima, donde las micros, pequeñas y medianas empresas se conviertan en suplidoras de las empresas industriales.
Fábrega explicó que la Ley 25 de Fomento y Desarrollo Industrial ofrece novedosas herramientas para este sector como: El Certificado de Fomento Industrial, que otorga el reconocimiento del 40% en crédito fiscal para las inversiones realizadas en la industria y la agroindustria, el Registro de la Industria Nacional; el Programa Nacional de Competitividad Industrial y establece la Ventanilla Única de la Industria para agilizar los trámites.
Durante el foro, Fábrega detalló las ventajas de la Ley 25, que incluye el 3% de impuesto que se aplica a las importaciones de materias primas, productos intermedios, maquinarias, equipos, repuestos, envases y empaques.
Al igual que la deducción del 100% del Impuesto de Transferencia de Bienes Corporales Muebles y la Prestación de Servicios (Itbms) durante el primer año sobre las importaciones de maquinarias, equipos y repuestos utilizados en el proceso de transformación.
De igual forma, la Ley contempla el Régimen de arrastre de pérdidas, el Régimen de Reintegro Aduanero Crédito Fiscal no transferible otorgado a las empresas agroindustriales y las industrias de manufactura, debidamente inscritas en el Registro de la Industria Nacional (RIN).
Fábrega destacó que, pese a los tratados de libre comercio que ha suscrito Panamá, el valor de las exportaciones de bienes en los últimos 20 años se redujo en más de $500 millones.
Cambios
Por su parte, Arturo Fernández, de Philip Morris International, compañía tabacalera con 130 años en el mercado y 80,000 colaboradores, destacó que esa multinacional enfrenta el reto reinventarse con una estrategia arriesgada de dejar de vender cigarrillos, cuando se espera que para el 2025 existirán 1,000 millones de fumadores en el mundo, sin intensión de dejar de fumar.
Fernández informó que hace 10 años la compañía, propietaria de marcas como Marlboro, Chesterfield y L&M, invirtió US$4,500 millones en investigación para desarrollar un producto que no fuera tan nocivo para la salud, dando como resultado el dispositivo IQOS.
El dispositivo IQOS fue un éxito en Japón, Alemania, Francia y Canadá y la semana pasada la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos (EU) autorizado a Philip Morris a venderlo en el territorio estadounidense.
Apostamos por la tecnología e innovación”, dijo Fernández, quien reconoció que “aprendimos de errores pasado, cuando no escuchábamos al consumidor”.
Fernández dijo que la industria se está reconvirtiendo, apostando por la tecnología, lo que requiere sentarse con los consumidores y reguladores para crear un ambiente de negocios con seguridad jurídica.