Pasando revista a la política de ingresos planteada en el Presupuesto de este año, me doy cuenta que todo marcha al pie de la letra respecto a su implementación.
Tal y como admiten las autoridades, tanto el Ministerio de Hacienda como las direcciones de Aduanas e Impuestos Internos están conscientes de que para 2019 tienen un fuerte desafío: aumentar sostenidamente las recaudaciones con mejoras administrativas.
¿Cómo? Hay tres medidas fundamentales. La primera consiste en la disminución de la defraudación al fisco vía la evasión, es decir, perseguir a todo aquel que le robe a la renta. En este caso ya se han visto algunas acciones.
Otra de las formas a utilizar es la reducción (no eliminación) de la elusión, es decir, los abusos cometidos por contribuyentes que hacen esquemas evasivos utilizando ciertos resquicios o puntos grises que otorga la normativa. Este punto sí que es delicado y, a veces, difícil de detectar. Las autoridades saben que es así.
La tercera vía para aumentar los ingresos es la “racionalidad del gasto tributario”. Lo pongo entre comillas porque resulta un tanto confuso (o me hago el ignorante) entender cómo se hará esto. Hay que ver a qué áreas de la economía se aplicará la racionalidad, pues es harto conocido que muchos de los sectores, en algunos casos rubros, tienen esquemas que están planteados para que funcionen con incentivos fiscales. ¿Por qué? Sería imposible mantenerlos activos.
Eso sí, las autoridades afirman que los contribuyentes dominicanos no deben preocuparse debido a que el Gobierno dominicano no va a imponer nuevos impuestos, ni aumentará tasas o gravámenes existentes. El aumento anunciado en las recaudaciones será el resultado de la fiscalización oportuna y eficiente tanto de la DGA como de la DGII.
Con estas medidas el Gobierno espera que las recaudaciones, excluyendo donaciones, sean superiores en RD$84,223.7 millones respecto a 2018, es decir, que lleguen a RD$602,819.6 millones, lo que significa un incremento de un 14%. Esperemos que así sea.