Los posibles cambios al régimen de la cesantía representan el punto de más álgido debate y controversia relacionado con la posible reforma del Código de Trabajo de República Dominicana. La cesantía es un derecho a recibir una remuneración económica ante la terminación del contrato laboral por parte del empleador, sin que la terminación se deba a una causa justificada.
En nuestro país, la cesantía se ha convertido en una especie de ahorro para los trabajadores, que cuentan con ese monto –que debe ser asumido en su totalidad por la empresa y liquidado en un solo pago– como una remuneración complementaria. No obstante, a pesar de que es un “ahorro” es importante precisar que este derecho no lo reciben los trabajadores que han decidido renunciar a su empleo, ni aquellos que son despedidos por causa justificada.
En este sentido, no es razonable concluir que la cesantía es realmente un ahorro, sino es más bien un derecho contingente que algunos trabajadores reciben únicamente en algunas circunstancias en que concluye la relación laboral.
Por otra parte, en otras entregas de esta columna, hemos señalado cómo la cesantía es un pasivo de las empresas que crece con el tiempo, y que representa una importante traba para los negocios.
En el transcurso de las discusiones respecto a la reforma laboral, no se ha propuesto la eliminación de la cesantía, ya que las partes actuantes reconocen que el trabajador que se encuentra en una situación de desempleo debe tener la posibilidad de encontrar un nuevo empleo sin verse afectado económicamente. En este sentido, la propuesta de mayor credibilidad que ha sido avanzada es de convertir la cesantía en un seguro de desempleo.
Esta propuesta tiene varias bondades y beneficios para todas las partes. En primer término, la administración de la cesantía sería llevada por una entidad pública, de esta manera llevándolas a un ente imparcial. Esto también reducirá las demandas laborales, otro gran costo a la productividad. Finalmente, las empresas cotizarían un monto fijo mensual, sin tener que asumir un gran costo al momento de la terminación de la relación laboral.
Algunas voces podrían opinar que la propuesta no beneficia a los empleados. Sin embargo, es una visión cortoplacista, ya que la transición a un régimen laboral más sensato redundará en la creación de nuevos empleos y el aumento del valor de las plazas existentes, produciendo un aumento de sueldos.
Ha llegado la hora de la reforma laboral, muy necesitada para que el país continúe su trayectoria de desarrollo. La modificación de la cesantía para llevarla a un régimen más sensato es uno de los puntos de mayor trascendencia en dicha reforma.