Es una contradicción que en el año de la Competitividad y la Innovación se esté hablando en República Dominicana (RD) de aumentar la presión fiscal, o sea, aumentar los impuestos a las empresas y a los individuos.
A medida que la presión fiscal es más baja, se estimula la inversión, la iniciativa tanto individual (emprendedores), como empresarial, lo que se expresará en producción de riquezas, oportunidades y sobre todo permitir que la gente tome una decisión de qué hacer con su dinero. Lo que se deja de recaudar, se expresa en producción, empleos y oportunidades para todos.
Singapur y Hong Kong ocupan el tercer y octavo lugar respectivamente en PIB per cápita y tercero y sexto en competitividad. Son dos economías avanzadas, que han logrado una transformación sin parangón en las últimas cinco décadas y es en gran parte por la baja presión fiscal, porque proponen incentivos para la inversión a las empresas que desean instalarse en en sus territorios.
Singapur como Estado independiente logró en 25 años pasar del Tercer al Primer Mundo. Hoy está entre los primeros diez en diversos renglones, la primera línea aérea del mundo Air Singapur, el mayor puerto de transbordo y segundo en el mundo en movimiento de contenedores, aeropuerto numero uno del mundo, transporte colectivo de primer orden, centro logístico internacional, centro financiero, todo eso en 700 km² y una población de cinco millones de personas de manera que tiene una alta densidad poblacional, pero aún así todos tienen oportunidades, viven dignamente y reciben servicios públicos óptimos, sin tener que abusar con los impuestos.
Por otro lado Hong Kong que es parte de la República popular China (RPCh) como Region Administrativa Especial, se rige por la propuesta “Un país dos Sistemas”, tiene una de las menores cargas impositivas lo que incentiva la inversión y la participación empresarial en su territorio, tiene una alta población de 7.5 millones de habitantes para un territorio de 1104 km² y así todos tienen oportunidades y está en crecimiento permanente, con puertos, aeropuertos y líneas aéreas de las primeras del mundo, siendo además centro financiero mundial, todo eso gracias a esas iniciativas. Igualmente reciben servicios públicos de primera.
En cambio en RD queremos aumentar la presión fiscal, queremos mantener una voracidad fiscal que en vez de estimular lo que hace es desestimular la iniciativa, la inversión, tanto interna individual de los dominicanos como inversión extranjera empresarial que venga a generar riquezas hacer crecer el pastel.
Las experiencias de Singapur y Hong Kong en ese sentido deben ser observadas y adaptadas a la realidad dominicana y estoy seguro que los resultados no se harán esperar. En una propuesta de transformación nacional sensata este sería mi modelo a seguir. Adelante.