Trabajar en una campaña de marca país para recuperar el interés y la confianza del turista en el destino y digitalizar las estrategias de promoción, son algunas de las propuestas del sector privado, que confía en el turismo como una industria al servicio del país.
Miembros de la Asociación Panameña de Hoteles (Apatel) y expertos del sector, quienes participaron en un panel organizado por el grupo Fuerza Independiente para debatir sobre el tema del turismo, consideran fundamental priorizar la promoción en los mercados de Estados Unidos (EE.UU.), Canadá y Europa, “incentivando la inversión en infraestructura pública”.
Por su parte, Raúl Jiménez, secretario general de Apatel, explicó que entre el 2008 y el 2015 en Panamá creció la afluencia de turistas 7.1% por año “un crecimiento muy bueno producto de una campaña sostenida de posicionamiento de Panamá en el exterior”
Otra propuesta se orienta a reestructurar la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP) e impulsar el trabajo del Fondo de Promoción Turística Internacional.
Ideas similares miran a integrar a las aerolíneas en la promoción del destino país y apuntar al turismo de congresos.
“Panamá tiene en estos momentos una ocupación hotelera de 45%, mientras destinos como Colombia y Costa Rica reflejan 63% y 68% de ocupación, respectivamente”, sostuvo Rodríguez.
A su juicio, la falla está asociada a la falta de promoción internacional y de voluntad de los gobiernos.
“Panamá tiene la mejor oferta hotelera de Latinoamérica, pero no ha existido continuidad en las políticas de turismo”, enfatizó el presidente de Apatel.
Afirmó que a partir del 2015 se registra una caída sostenida del 3% anual, mientras el turismo mundial de recreación ha crecido 7.5% por año. “Hay una brecha de Panamá con el mundo y en relación a nuestros países competidores”, precisó.
Jiménez dijo que desde el 2015 “se suspendió la campaña de promoción internacional y si bien ha habido esfuerzos esporádicos, tenemos estos resultados”.
Al evaluar el desempeño del Aeropuerto Internacional de Tocumen, señaló que la caída “fue del 9.8% sólo entre el 2015 y el 2017, lo que se traduce en 200,000 personas menos que ingresaron al país”.
Jiménez considera que las estadísticas oficiales no hacen diferencia entre turistas y emigrantes y, en el caso de los cruceristas, contabilizan en función del número de pasajeros del barco, cuando por norma solo el 60% baja y realiza gastos efectivos.
De igual modo el dirigente desestima la cifra ofrecida por la ATP de ingresos el último año por $4,600 millones, “cifra, que equivale al 10% u 11% del producto interno bruto (PIB), cantidad que califica de exagerada si se compara con los ingresos de nuestros vecinos con una industria turística más desarrollada”.
Expresó que el sistema requiere de una revisión integral para que las estadísticas sean útiles para el sector.
Jiménez subrayó que el país ha dejado de atender 1.4 millones de pasajeros, que si se quedaran tres días y medio representarían US$1,100 millones de ingresos a la economía y, de prolongar su estancia ocho días, representarían US$2,500 millones.
Reflexiona que esta caída lo sienten “todos los jugadores”, incluyendo a los proveedores de alimentos y bebidas.
Considera que el administrador de la ATP debe tener voz y voto en el Consejo de Gabinete y rango de Ministro.
Según cifras de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP), de julio del año 2014 a enero de 2019 ingresaron a Panamá 11,386,318 turistas, “lo que representa un incremento de 660,000 turistas en comparación al periodo comprendido de enero del 2009 a junio del 2014, cuando el número de visitantes ascendió a 10,726,318”.
Destaca la entidad que en 2017 se reactivó la Campaña Turística Internacional, “con una inversión de $20 millones, destacando por primera vez el potencial turístico del interior del país”.