Es una tragedia. Por cualquier lado que se mire o se analice, lo que está sucediendo en la Línea Noroeste con la sequía es lamentable. Las autoridades hacen lo que pueden, pero nadie puede estar por encima de la naturaleza.
Esta experiencia debería enseñar a muchos sobre la importancia de cuidar el medio ambiente. Los productores y las autoridades, de su lado, están en la obligación de tomar las medidas precautorias para evitar que esto se repita.
Las pérdidas económicas son cuantiosas y muchos ganaderos han perdido todo lo que tenían. Hablar de 1,200 vacas que murieron por efecto de la sequía, lo que representa cerca de RD$48 millones, es un tema a considera más allá de lo económico.
Es una tragedia animal y humana. Vendrán más sequías y, por lo tanto, lo prudente es tener las previsiones de lugar para evitar la desgracia.