Si eres un inversionista que ya tiene un portafolio de inversión o estás planeando comenzar a invertir en el mercado de valores dominicano, resulta crucial decidir con tu asesor financiero qué proporción de instrumentos de renta fija y renta variable formarán parte de tu cartera de inversión.
Es importante conocer tu perfil de inversionista (tolerancia al riesgo) y los beneficios que aporta, ya que ninguno es mejor que el otro, sino que dependerá de los objetivos financieros de cada persona o empresa.
La renta fija consiste en títulos de deuda emitidos por entidades privadas o públicas, y se caracterizan por generar intereses fijos, en fechas predeterminadas. Por tanto, todo inversionista que invierte en valores de renta fija sabe de antemano que recibirá unos intereses y que a vencimiento se le devolverá el capital.
Existen diferentes tipos de bonos a nivel internacional, aunque los valores de renta fija que se comercializan en el mercado de valores criollo son de bajo riesgo. Este tipo de instrumento de inversión típicamente va dirigido a inversionistas conservadores y/o moderados.
Los instrumentos de renta variable son aquellos productos cuya rentabilidad es variable, es decir cuando se realiza la inversión, no se conoce los rendimientos que va a generar y dependerá de muchos factores intrínsecos del mercado. Cuando nos referimos a productos de renta variable, estamos hablando de acciones, cuotas de participación de fondos de inversión y valores de fideicomisos de oferta pública, entre otros. Estas clases de activos no garantizan intereses periódicos, los precios fluctúan más que los títulos de renta fija, pero también podrían producir mayores ganancias.
En fin, es recomendable diversificar con ambas clases de activos, siempre alineados con tu perfil de inversionista.