El 99% de la deuda externa de Panamá, que asciende a US$19.580 millones, se encuentra en manos de fuentes privadas y organismos multilaterales.
De acuerdo con el último informe publicado por la Contraloría General de la República, para junio del año pasado las fuentes privadas poseían US$14,251 millones, lo que representa US$1,127 millones más que en el mismo período del año pasado, cuando sumaba US$13,124 millones.
De los US$14,251 millones que poseen las fuentes privadas de la deuda panameña, US$13,684 millones corresponden a bonos particulares, US$1,205 millones más, que los US$12,479 millones que tenían en junio del 2017.
Según el reporte de la Contraloría, a junio del 2018, los organismos multilaterales poseen US$5,140 millones de la deuda externa panameña, US$452 millones más que en junio del 2017, cuando esta cifra llegó a US$4,688 millones.
Los mayores acreedores multilaterales de Panamá hasta junio, son el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con US$2,659 millones, el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento con US$1,203 millones, la Corporación Andina de Fomento (CAF) con US$1,189 millones, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) con US$34 millones y el Fondo OPEC para el Desarrollo Internacional con US$54 millones.
De acuerdo con el expresidente del Colegio de Economistas de Panamá, Adolfo Quintero, en los cinco años del gobierno de Martinelli, la deuda pública registró un incremento de US$6,837.4 millones.
Sin embargo, en solo dos años y dos meses, la deuda pública total del gobierno de Varela ya alcanzaba los US$4,028.3 millones, duplicando el endeudamiento alcanzado por Martinelli y de mantenerse ese ritmo podría superar los US$8,000 millones, lo que sería la deuda más alta de los últimos 30 años.
“Es cierto que Varela está pagando deuda anterior, pero es necesario priorizar la deuda y las políticas públicas para el crecimiento de la economía y no se está dando un buen manejo de las finanzas públicas, porque habría que preguntarse si todos los ingresos que dará el Canal ampliado serán utilizados para pagar deuda”, recalcó Quintero.
Para el economista Aristides Hernández, el país no debería mantener estos niveles de endeudamiento, ya que, a diferencia de otras naciones del área, que son pobres, Panamá tiene un potencial en fondos públicos increíble, pero el gobierno ha demostrado ineficiencia en el uso de los mismos.
Hernández explicó que en este momento hay una situación especial, ya que, aunque la economía crece, también lo hace el desempleo, que lleva cinco años seguidos en incremento.
“Lo peor de esta situación es que el gobierno no tiene políticas económicas definidas para impulsar los sectores que generan puestos de trabajo, como la industria, la construcción, el agro y el comercio al por mayor y menor”, precisó Hernández.