Hace poco el presidente Danilo Medina llevó preocupación a la población al mostrar una actitud derrotista frente al narcotráfico y el crimen organizado, males que atribuyó básicamente, y desde su punto de vista, a los dominicanos deportados desde Estados Unidos.
La población se hubiese mostrado más esperanzada con un gobernante más optimista y proactivo frente a la delincuencia. También, esperaba que el mandatario tuviera un poco más de información respecto al accionar de los deportados que, en muchos casos, solo cometieron un delito migratorio en sus afanes por establecerse en una economía con mayores oportunidades desde la que, con sus remesas, se convierten en sostén de los dominicanos de aquí.
Ahora el presidente Medina envía una señal positiva con el Decreto 47-19, mediante el cual instruye a varias instituciones públicas a realizar, bajo la coordinación del Ministerio de Turismo, un diagnóstico sobre los desafíos en materia de seguridad turística.
Las entidades deben proponer estrategia para fortalecer seguridad en polos y destinos turísticos. La misma disposición hubiese sido alentadora en cuanto al tema del microtráfico que afecta a distintas poblaciones, como el caso de Baní, en la provincia Peravia.
Alienta saber que el Gobierno buscará alternativas para cuidar el turismo, un sector que aportó al país US$7,610.4 millones en divisas el año pasado. Esperamos que las autoridades tengan el apoyo de todos y que sepamos cuidar esta actividad económica que puede considerarse como una de las gallinas de los huevos de oro con que cuenta República Dominicana.