Las mejores estrategias de inversión no necesariamente son las que mayores rendimientos hayan producido en el pasado. Los inversionistas tienen diferentes objetivos financieros, por lo que la mejor estrategia de inversión es la que vaya más alineada con tu tolerancia al riesgo y metas económicas. Tampoco es necesario diseñar un portafolio de inversión muy sofisticado, sino uno con el cual te sientas cómodo.
Es importante conversar sobre las siguientes estrategias de inversión con tu asesor financiero y no cambiar las mismas cada vez que escuches sobre “otra inversión de moda” en los medios de comunicación.
Resulta clave realizar un análisis fundamental al margen de la modalidad de inversión que escojas. Un análisis fundamental consiste en revisar los estados financieros de la empresa (cálculo de los principales ratios), proyecciones económicas e información del entorno económico en general. El análisis técnico típicamente suele ser utilizado por traders profesionales con el objetivo de identificar las tendencias de los valores representados gráficamente, para intentar de determinar o proyectar los precios de los activos.
La primera estrategia de inversión a considerar es la de crecimiento de capital y el objetivo con esta modalidad de inversión es generar rentabilidades por encima de la media del mercado (Pymes con potencial de crecimiento). Por otro lado, podemos adoptar la estrategia de invertir en valor, es decir, invertir en activos infravalorados que se espera que suban de precio de cara al futuro (ej. ETFs que inviertan en acciones que se comercialicen con un descuento).
Una de las estrategias de inversión más común a nivel internacional es la de inversión por ingresos. Esta última consiste en diseñar un portafolio de inversión en productos financieros que generen ingresos pasivos.