Cuando se habla de ingresos a la economía dominicana hay que hablar, obligatoriamente, de remesas, zonas francas, inversión extranjera y exportaciones nacionales.
El año pasado fue declarado como el de fomento al sector exportador. Y todo parece que fue positivo, no sólo desde el punto de vista de los resultados, sino de la creación de conciencia en los sectores industriales y, hay que decirlo, en las autoridades.
Quizá no es momento de celebrar el éxito, pues habrá que esperar el seguimiento que habrá de darle el Estado en su política de fomento a los sectores productivos, especialmente el industrial. Cuando un país tiene un sector productivo fuerte, cuyas condiciones son competitivas a lo interno y externo del mercado, lo que viene es éxito.
Es bueno que lleguen recursos de remesas, zonas francas y turismo, pero siempre es bueno tener en cuenta al sector productivo local.