Los ganaderos de la Línea Noroeste se quejan de la muerte de decenas de reses en los últimos meses, a causa de la sequía y, de paso, demandan apoyo del Gobierno.
Muchos ganaderos se ven sin comida y agua para sus animales, una situación que, además lleva a un descenso de más de un 30% en la colecta de leche. Los ganaderos y productores de la Línea Noroeste reclaman la construcción de presas en los ríos Amina y Guayubincito para paliar la situación de escasez de agua en un futuro. Pero sabemos que las presas cuestan dinero y que, a lo mejor, no serán atendidos en lo inmediato.
Mientras, los propios ganaderos y productores pueden ir adquiriendo mayor conciencia sobre la necesidad de conservar y proteger los bosques que contribuyen a captar y retener las lluvias o a prolongar las escorrentías.
De lo contrario, el agua será cada vez más escasa, con o sin presas. Después de todo, la sequía afecta al país desde 2013, según un documento del Ministerio de Agricultura difundido en julio pasado, el cual analiza el fenómeno a fondo durante 2015. Plantea: “Las precipitaciones a nivel nacional registran una desviación porcentual del orden de 21.81%, donde regionales como la Central y la Norte el impacto de este evento de sequía es de poca presencia, presentan desviaciones del orden de 22.7% y 28.7%, respectivamente, en relación con las precipitaciones normales”.
En 2015 el fenómeno afectó 216,339 tareas de cultivo a nivel nacional, según el documento. De modo que, racionalizar el agua que tenemos y preservar los bosques que guardan nuestras fuentes de agua.