El Banco de España calcula que la economía nacional crecerá un 0.6% entre octubre y diciembre y un 2.5% en todo el año, según un informe publicado este jueves.
El aumento del PIB de los últimos tres meses del año -igual al de los tres trimestres anteriores- se debe a la fortaleza de la demanda interna por el elevado ritmo de avance del consumo privado.
La subida del consumo se produce en un ambiente de mejora sostenida del empleo gracias al efecto expansivo de las medidas fiscales sobre las rentas de los hogares y, más recientemente, del retroceso de los precios del petróleo.
El documento destaca también una “cierta mejoría tanto de las exportaciones de bienes como de servicios turísticos”, tras la debilidad mostrada a lo largo del año.
El regulador bancario español prevé crecimientos del Producto Interior Bruto (PIB) del 2.2% en 2019; del 1.9% en 2020; y del 1.7% en 2021.
La moderación de la actividad en España a lo largo de este año ha sido “notablemente menos intensa” que en el área euro, algo que el Banco de España atribuye a determinadas medidas que han impulsado las rentas de los hogares, incluidas en los Presupuestos Generales del Estado de 2018, que entraron en vigor en el verano.
El Banco de España atribuye la pérdida de dinamismo del sector exterior experimentada en los últimos trimestres, principalmente, a la pérdida de fortaleza de la demanda procedente del resto del mundo.
También habrían contribuido, añade, los efectos desfasados de la apreciación que el euro experimentó en 2017, así como la recuperación de los destinos turísticos de países competidores del Mediterráneo, que en años anteriores se habían visto afectados por un aumento de la inseguridad.